Las computadoras cuánticas que son capaces de resolver problemas complejos, como el diseño de medicamentos o el aprendizaje automático, requieren millones de bits cuánticos (también llamados qubits) conectados de manera integrada y diseñados para corregir errores que, inevitablemente, ocurren en sistemas cuánticos frágiles.
Conscientes de esta situación, un equipo de investigación australiano ha logrado, a través de diversas técnicas experimentales, una combinación de estas capacidades en un chip de silicio, acercando, así, el sueño de una computadora cuántica universal a la realidad.
"La corrección de errores cuánticos es un requisito clave para crear una computación cuántica útil a gran escala porque, como todos los qubits son frágiles, se necesita corregir errores a medida que surgen"
El equipo está dirigido por el profesor Andrew Dzurak, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Sydney), líder del programa en el Centro de Excelencia para la Computación Cuántica y Comunicación Tecnológica (CQC2T, por sus siglas en inglés Centre for Quantum Computation and Communication Technology).
El año pasado, Dzurak y sus compañeros de investigación publicaron un prototipo para la construcción de un chip novedoso que podría permitir realizar cálculos cuánticos utilizando componentes de semiconductor complementario de óxido metálico (CMOS, en inglés complementary metal-oxide-semiconductor), la base de todos los chips modernos de computación.
Ahora, en el nuevo trabajo, publicado recientemente en la revista científica Nature Communications, el equipo de expertos ha combinado dos técnicas cuánticas por primera vez, lo que augura un futuro prometedor. "Este es un hito importante para nosotros en el camino para realizar la corrección de errores cuánticos con qubits de giro, que será esencial para cualquier computadora cuántica universal", explica Dzurak.
"La corrección de errores cuánticos es un requisito clave para crear una computación cuántica útil a gran escala porque, como todos los qubits son frágiles, se necesita corregir errores a medida que surgen", señala, por su parte, el autor principal, Michael Fogarty.