Científicos de Estados Unidos han desarrollado un chip de microfluidos que permite seleccionar de manera fácil, rápida y económica los espermatozoides sanos de una muestra de semen.
Las tecnologías de reproducción asistida como la fertilización in vitro (FIV), la inseminación intrauterina y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides requieren espermatozoides sanos para un resultado exitoso, según un comunicado de la Universidad Atlántica de Florida (FAU), cuyo equipo ha conseguido este logro científico.
El invento aprovecha la reotaxis, como se denomina el movimiento natural contra corriente de los espermatozoides a través del tracto genital femenino con el fin de llegar al óvulo para la fertilización.
Los creadores del chip aseguran que este supera al método actual más común de selección de espermatozoides, la centrifugación, no solo en lo que se refiere a coste, duración y complejidad del proceso, sino también a la cantidad y calidad de los seleccionados.
Este chip de microfluidos permite seleccionar de manera fácil, rápida y económica los espermatozoides sanos de una muestra de semen
Según un estudio publicado en la revista Analyst de la Royal Society of Chemistry del Reino Unido, los espermatozoides aislados con este chip de microfluidos presentaron una motilidad significativamente mayor (casi un 100%), una mayor cantidad de células morfológicamente normales y una fragmentación de ADN sustancialmente menor.
Mientras que los métodos de centrifugación actuales requieren varios pasos y distintos tipos de equipos y tardan unas dos horas en aislar los espermatozoides, el chip es "muy fácil de operar", indica Waseem Asghar, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación de la FAU.
"Una vez que el semen se carga en la cámara de entrada, los espermatozoides competentes comienzan a moverse contra el flujo de fluido hacia la cámara de recolección desde donde se pueden recoger fácilmente", subraya el científico que lideró el proyecto.
CUATRO CÁMARAS CILÍNDRICAS
El chip consta de cuatro cámaras cilíndricas que están conectadas a través de los microcanales: entrada de fluidos, recolección, entrada de muestras y recogida de desechos.
En palabras de Asghar, el proceso con el chip consta de un solo paso, dura una hora y el operador necesita "una capacitación mínima".
"El ensamblaje del chip de microfluidos es de bajo coste y los reactivos utilizados en el chip para separar los espermatozoides son solo unos pocos mililitros, por lo tanto, el coste comercial del chip sería inferior a 5 dólares (4,5 euros)", concluye Asghar.
Otra de sus ventajas es que "minimiza la contaminación por espermatozoides deformados o muertos".