La sepsis, una enfermedad grave y con una alta mortalidad, resultado de una respuesta inmunitaria descontrolada que provoca disfunciones multiorgánicas. Las herramientas actuales de diagnóstico y seguimiento son limitadas por lo que urge disponer de métodos más avanzados para evaluar y tratar eficazmente la sepsis.
Un equipo de investigación dirigido por el investigador asociado Yang Ke, de los Institutos de Ciencias Físicas de Hefei de la Academia China de Ciencias, en colaboración con el Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Anhui ha desarrollado un nuevo método de evaluación pronóstica de pacientes con sepsis mediante un chip microfluídico de gradiente de concentración. Los resultados de la investigación se publicaron en Talanta y SHOCK.
En este estudio, los investigadores emplearon un chip microfluídico para investigar los comportamientos de migración quimiotáctica de neutrófilos y linfocitos T en pacientes con sepsis. Durante la investigación descubrieron diferencias significativas en los parámetros de migración de neutrófilos entre pacientes con sepsis y controles sanos. Estos parámetros incluían el tiempo de detección del gradiente, la distancia de migración, la velocidad máxima y el índice quimiotáctico.
Los resultados ofrecen una nueva estrategia prometedora para el diagnóstico de la sepsis, la evaluación de la progresión de la enfermedad y la monitorización del pronóstico
A partir de estos resultados, los investigadores desarrollaron un índice de evaluación integral de la función migratoria de los neutrófilos que guardaba una estrecha correlación con los marcadores de gravedad de la sepsis establecidos, así como con biomarcadores de uso común.
El equipo también se centró en la migración de células T en pacientes con sepsis y descubrió que estaba alterada debido a cambios en el microambiente plasmático. Los niveles elevados de NADH/NAD+ en las células T se relacionaron con la disfunción mitocondrial. Utilizando el fármaco MitoQ, dirigido a las mitocondrias, lograron revertir estas anomalías y restaurar la función migratoria de las células T, lo que ofrece un posible enfoque terapéutico para la sepsis.
Estos resultados ofrecen una nueva estrategia prometedora para el diagnóstico de la sepsis, la evaluación de la progresión de la enfermedad y la monitorización del pronóstico. El índice exhaustivo y el potencial de las terapias dirigidas a las mitocondrias proporcionan nuevos conocimientos teóricos, abriendo nuevas posibilidades para mejorar el tratamiento de la sepsis y los resultados de los pacientes.
SEIS MILLONES DE FALLECIDOS CADA AÑO
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, aproximadamente 31 millones de personas sufren un episodio de sepsis. De estos, unos 6 millones de personas fallecen por esta causa. En los países de bajos y medianos ingresos la carga de la sepsis es más elevada y representa una de las causas principales de muerte materna y neonatal. Pese a ello, resulta muy difícil hacer una valoración de la carga de enfermedad a nivel mundial debido a las limitaciones en el diagnóstico y la notificación
Diferentes factores de interacción compleja, como son la inmunidad del huésped, el agente patógeno causal, el diagnóstico oportuno, y el acceso a la atención de calidad determinan la aparición, la frecuencia y la letalidad de la sepsis. La mayoría de casos de sepsis ocurren como resultado de una complicación de algunas de las infecciones adquiridas en la comunidad. Pero la sepsis con frecuencia es también resultado de infecciones contraídas en el entorno de la atención de la salud, particularmente en pacientes inmunodeprimidos. Las infecciones asociadas a la atención de la salud imponen un desafío, ya que estas son frecuentemente resistentes a los antibióticos y se asocian a malos resultados para el paciente y con un mayor coste económico.