La toxicidad hepática o hepatoxicidad es poco frecuente, pero puede ser potencialmente grave y puede ocurrir por el consumo de fármacos prescritos por el médico, pero también por automedicación o por el consumo de cualquier otro producto que se metabolice a través del hígado como los preparados de herboristería, los suplementos dietéticos o las hormonas que se consumen en los gimnasios, según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).
Por ello, mediante la tecnología de órganos en chips, investigadores han creado un "chip de hígado" capaz de predecir y caracterizar la toxicidad para el hígado de diferentes compuestos y candidatos a fármacos en ratas, perros y humanos.
Concretamente, estos nuevos chips proporcionan una plataforma más precisa y transferible para evaluar la toxicidad de posibles medicamentos que actualmente se prueban en estudios preclínicos con células y roedores u otras especies.
En esta línea, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) también da prioridad al conocimiento de los mecanismos de toxicidad de los medicamentos con el objetivo de reducir los riesgos para los pacientes, pero no se comprende por completo cómo inducen los medicamentos la toxicidad hepática.
Mediante esta nueva tecnología, los científicos pudieron detectar en diferentes especies los efectos específicos sobre el hígado
Po ello, para abordar estos problemas, los investigadores han desarrollado el chip de hígado, que puede albergar una serie de tipos de células hepáticas diferentes, como células endoteliales, células estrelladas y células de Kupffer, procedentes de ratas, perros y humanos.
Mediante esta nueva tecnología, los científicos pudieron detectar en diferentes especies los efectos específicos sobre el hígado de medicamentos como el bosentán (aprobado para el tratamiento de la hipertensión pulmonar), y determinar que altas dosis del analgésico acetaminofeno tienen un efecto tóxico sobre las células del hígado al generar especies reactivas del oxígeno.
Los chips también revelaron que determinados compuestos que no son seguros en animales no son necesariamente tóxicos en humanos.