Un nuevo enfoque para combatir los virus dirigiéndose al "centro de control" en el ARN viral podría conducir a fármacos antivirales de amplio espectro y proporcionar una primera línea de defensa contra futuras pandemias, según una nueva investigación de la Universidad de Birmingham.
En un nuevo estudio, publicado en Angewandte Chemie, los investigadores han demostrado cómo este enfoque podría ser eficaz contra el virus SARS-CoV-2 responsable de la pandemia COVID-19. El modelado anterior y el análisis in vitro realizado por el equipo y publicado en Chemical Science también ha demostrado su eficacia contra el virus del VIH.
"Las pandemias virales siguen siendo una gran amenaza y, por lo tanto, se necesitan con urgencia antivirales de amplio espectro para mantener a raya enfermedades como los coronavirus mientras se desarrollan fármacos eficaces"
El profesor Mike Hannon, de la Facultad de Química de la Universidad de Birmingham, es coautor principal del estudio. "Aunque las vacunas contra el SARS-CoV-2 se han desarrollado con una velocidad sin precedentes, todavía ha habido una espera de 12 meses para su desarrollo y aprobación. Las pandemias virales siguen siendo una gran amenaza y, por lo tanto, se necesitan con urgencia antivirales de amplio espectro para mantener a raya enfermedades como los coronavirus mientras se desarrollan fármacos eficaces", ha dicho.
La técnica propuesta por el equipo utiliza moléculas de forma cilíndrica que pueden bloquear la función de una sección particular en un extremo de la cadena de ARN. Estas secciones de ARN, conocidas como ARN no traducido, son esenciales para regular la replicación del virus.
El ARN no traducido contiene puntos de unión y protuberancias, esencialmente pequeños agujeros en la estructura, que normalmente son reconocidos por proteínas u otras piezas de ARN, eventos que son críticos para que ocurra la replicación viral. Las moléculas cilíndricas son atraídas por estos agujeros y, una vez que se deslizan dentro de ellos, el ARN se cierra a su alrededor, formando un ajuste preciso, que en consecuencia interferirá con la capacidad del virus para replicarse.
El coautor principal, el doctor Pawel Grzechnik, de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Birmingham, ha sostenido que "la pandemia de COVID-19 en curso ha revelado lo importante que es la biología del ARN para comprender los procesos moleculares que tienen lugar en nuestras células, para encontrar formas de suprimir los patógenos y para hacer vacunas eficientes y seguras. El ARN solo ahora emerge en la conciencia general de la sociedad como la principal herramienta en las terapias. Esperamos continuar nuestra investigación y seguir investigando las propiedades antivirales de los cilindros en la Universidad de Birmingham".
"La pandemia de COVID-19 en curso ha revelado lo importante que es la biología del ARN para comprender los procesos moleculares que tienen lugar en nuestras células, para encontrar formas de suprimir los patógenos y para hacer vacunas eficientes y seguras"
El equipo continuará desarrollando el diseño de la molécula cilíndrica para mejorar su efectividad y control, y también para comprender completamente cómo funciona dentro del virus antes de probarlo en un organismo modelo.
La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas, el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas (ambos parte de Investigación e Innovación del Reino Unido), el Wellcome Trust, la Royal Society, la Fundación de Investigación Médica y el programa de becas Marie Curie de la UE.