Acabar con la fuente de alimentación de los tumores desde dentro mediante un revolucionario tratamiento de nanomedicina. Ese es el objetivo del nuevo proyecto en el que está inmerso Jesús Santamaría, subdirector del Instituto de Nanociencia de Aragón(INA) y que ha logrado una ayuda de 2,5 millones de euros de la Unión Europea para su desarrollo en los próximos cinco años.
El punto de partida es considerar al tumor “como un reactor catalítico”. Según ha explicado este investigador a SaluDigital, significa que él mismo es capaz de, no solo fabricar sino también expandir sus células tumorales y, además, nutrirse de su propia sangre. Teniendo esto en cuenta, el equipo que dirige Santamaría ideó la manera de encontrar un catalizador, una especie de partícula, “que cambiara las reacciones y provocara otras”.
Con este proyecto "consideramos el tumor como un reactor y llevamos allí un catalizador", ha matizado el subdirector del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA)
Este, de hecho, es el núcleo central del proyecto: “Encontrar catalizadores que hagan ese truco dentro del tumor, es decir, que tomen nutrientes y se generen productos tóxicos”. De esta manera, se actuaría de manera diferente a como se ha hecho anteriormente: “No hacemos un reactor y lo ponemos en el tumor sino que consideramos el tumor como un reactor y llevamos allí un catalizador”, ha matizado este investigador.
SE NECESITAN VARIAS ESTRATEGIAS
El subdirector del INA ha detallado que los catalizadores son nanopartículas, de unos cien nanómetros. El trabajo consistirá en llevarlas al tumor en el caso de que estas “hagan lo que queremos” que es “convertir la glucosa u otras moléculas en productos tóxicos”. Para ello, son necesarias varias estrategias, “que son las mismas que utilizamos para la liberación controlada de fármacos con nanopartículas”.
La primera de ellas es conseguir el catalizador a través de la técnica que denomina “caballo de Troya”. Consiste en introducir las partículas en aquellas células madre que tienen capacidad migratoria hacia los tumores. En el caso de que estas células logren sobrevivir con la partícula dentro, serán capaces de integrarse en el tumor y actuar como un catalizador.
La iniciativa de Jesús Santamaría intenta seguir un "camino paralelo" a los tratamientos convencionales y generar la quimioterapia "dentro del tumor"
Una vez llevadas al tumor, que es la segunda actuación, los investigadores tratarán de conseguir que se tenga la seguridad de que estas células madre solo se puedan activar dentro del tumor. Y es que, algunas de ellas también pueden acabar en sitios de información u otras partes. Para eso, Jesús Santamaría ha precisado que se utilizarán catalizadores “que sean sensibles a la reacción de infrarrojos” ya que con ello se logrará se apunte “enlace solo hacia el tumor”.
TRATAMIENTO “ALTERNATIVO”
A pesar de ello, y logrando que todas la actuaciones “se alineen” de manera positiva, este podría resultar, según el subdirector del INA, “un nuevo tratamiento, alternativo a los que ya hay que dejan el fármaco dentro del tumor”. Además, destaca que no tiene porqué resultar contradictorio con otros “tratamientos convencionales” sino lo que intenta ser es un “camino paralelo” con el que se genere la quimioterapia “dentro del tumor”.
Entre las cuestiones que han valorado los expertos para conceder este ayuda, está el hecho de que los catalizadores que prevé emplear Santamaría "no se habían utilizado antes"
Y es que, la novedad del proyecto recae en el hecho de que este tipo de catalizadores “no se habían utilizado antes”. Tanto es así que, según asegura este investigador, “es lo que han valorado los expertos para darnos el proyecto”, el cual incluso ha sido inspeccionado por siete revisores “nada menos”, concluyendo todos con un balance positivo.
PROYECTO UNIPERSONAL
A pesar de que se trata de un “proyecto unipersonal”, Jesús Santamaría afirma que trabaja con un grupo de más de 40 personas. Durante el proceso de investigación, que empezó como tal el 1 de septiembre después de que en los anteriores meses hayan estado ocupados con los permisos, colaborarán también grupos de Oncología y de Imagen Médica del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) así como otros profesionales. Todo ello, para que el final trabajo termine “en estudios in vivo con ratones”, para lo cual puntualiza que “también necesitaremos ayudas”.