Un equipo de ingenieros de la Universidad Estatal de Pensilvania, incluidos profesores y estudiantes, ha estado trabajando en una solución para proteger al personal en los sitios donde se realizan los test de coronavirus.
Precisamente, el equipo ha diseñado una cabina que proporciona una barrera entre las personas que se someten a la prueba y la persona que realiza la prueba. Este enfoque puede hacer que el equipo de protección personal, como las mascarillas faciales, sea innecesario, haciendo que el trabajo sea más cómodo para las enfermeras y reduciendo la necesidad de artículos que actualmente escasean.
El dispositivo se asemeja a la cabina de un asistente de estacionamiento y presenta aislamiento desde el exterior, un sistema de ventilación y calefacción, guantes de goma tipo laboratorio para interactuar con los probados y un sistema de saneamiento para limpiar el exterior de los guantes.
El interior de la cabina está hecho de materiales que son fáciles de desinfectar
Después de cada prueba, la muestra del paciente se deja caer en un recipiente debajo de los guantes. Dentro del contenedor hay chorros que rocían un líquido desinfectante. La enfermera simplemente inserta los guantes en el recipiente y presiona un pedal en el piso para cubrir los guantes con el desinfectante.
Esto ayuda a asegurarse de que los guantes no transmitan la enfermedad. El interior de la cabina está hecho de materiales que son fáciles de desinfectar y que pueden manejar los productos químicos desinfectantes.
El prototipo actual fue diseñado por el equipo utilizando herramientas de productividad grupal en línea, mientras que los miembros individuales del equipo fueron responsables de construir diferentes partes de la cabina y transportar esas partes a la persona que realiza el ensamblaje final.