Los robots han recibido, en los últimos años, una atención creciente por las múltiples funciones que son capaces de realizar, a la vez que consiguen mejorar la calidad de vida de las personas. Sobre todo, estas nuevas tecnologías ha supuesto un antes y un después en el ámbito de la sanidad, ya que gracias a ellos las técnicas medicinales han revolucionado la forma de diagnosticar, tratar e incluso prevenir ciertas enfermedades.
Hasta ahora, los robots podrían ser de diversos tamaños y de diversos materiales, pero Investigadores de la Universidad de Hong Kong han dado un paso más allá y han desarrollado un milirobot magnético que permite realizar tareas de agarre, transporte y descarga de fármacos.
Esto supone que, el robot cumple con un gran potencial como sistema de administración de fármacos mínimamente invasivo, que servirán para llevarlos al tracto gastrointestinal, y en un futuro podrían realizar procedimientos quirúrgicos dentro del cuerpo, o incluso podrán acceder a partes del cuerpo que de otro modo, sería difícil acceder a ellos.
El dispositivo está fabricado bajo una gelatina biodegradable y por micropartículas de óxido de hierro
“Nuestro robot es una alternativa con una manipulación eficaz y promueve las aplicaciones de los milirobots en escenarios biomédicos”, aseguran los investigadores.
Por otro lado, aunque de primeras puede parecer una criatura marina de las profundidades más oscuras por su aspecto, tiene un enorme potencial como tecnología médica, con la capacidad de hacer efecto con nuestros tejidos blandos sin causar daños.
El aparato, de color oscuro, mide aproximadamente tan ancho como un dedo y se compone de una garra, que es lo que permite agarrar y transportar los medicamentos. Se desplaza a través de pequeños movimientos rodantes y plegándose a cada paso que da.
Asimismo, el dispositivo está fabricado bajo una gelatina biodegradable y por micropartículas de óxido de hierro. Es más, una de sus principales características es su rápida biodegradación dentro del cuerpo humano, ya que consigue realizarlo en un par de días.
Las micropartículas de óxido de hierro de la estructura de la gelatina es lo que hace que el robot sea manipulable a través de unos campos magnéticos, y de esta forma consiga que la estructura se distienda que puedan doblar y moverse.
A medida que el tiempo pase, este robot seguirá evolucionando, aumentando su complejidad y ampliando sus objetivos, para así seguir satisfaciendo y mejorando la vida de los pacientes y de los profesionales sanitarios.