El cáncer de mama, incluso en sus etapas iniciales, podría detectarse antes y con mayor precisión que las técnicas actuales que utilizan muestras de sangre y una tecnología única basada en la proteómica, según los hallazgos de un estudio dirigido por el Instituto de Investigación de Genómica Traslacional (TGen).
Patrick Pirrotte, profesor asistente y director del Centro Colaborativo de TGen para la espectrometría de masas traslacional, y un equipo internacional de investigadores desarrollaron una prueba que puede detectar biomarcadores de cáncer de mama infinitesimalmente pequeños que se derraman en el torrente sanguíneo a partir de células que rodean el cáncer conocido como matriz extracelular (MEC), según los hallazgos de su estudio publicado recientemente en la revista científica Breast Cancer Research .
Durante décadas, los médicos han confiado en las imágenes mamográficas de las mamas para detectar el cáncer en una búsqueda para brindar prevención, detección temprana y reducir las muertes. Pero las consecuencias no deseadas tanto de los falsos positivos como de los falsos negativos han contrarrestado los beneficios esperados de este tipo inexacto de detección, incluidas las complicaciones de la cirugía y las enfermedades cardiovasculares, y biopsias innecesarias de lo que resultan ser lesiones benignas.
Durante décadas, los médicos han confiado en las imágenes mamográficas de las mamas para detectar el cáncer
ECM es la red de moléculas, que incluyen colágeno, enzimas y glicoproteínas, que brindan apoyo estructural y bioquímico a las células circundantes, incluidas las células cancerosas. Durante las primeras etapas del cáncer, estas proteínas y fragmentos de proteínas, que forman el microambiente del tumor, se filtran a la sangre circulante.
"Nuestros datos refuerzan la idea de que esta liberación de componentes de ECM a la circulación, incluso en las primeras etapas de la malignidad, se puede utilizar para diseñar un panel de biomarcadores específico y sensible para mejorar la detección del cáncer de mama", ha señalado el doctor Pirrotte, director del estudio. "Utilizando una firma de proteína altamente específica y sensible, diseñamos y verificamos un panel de biomarcadores basados en sangre que podrían identificar las etapas más tempranas del cáncer de mama y sin falsos positivos", ha añadido.
Para establecer esta firma proteica, los investigadores emplearon muestras de sangre de 20 pacientes con cáncer de mama IDC y de 20 mujeres sin cáncer que, no obstante, tenían mamografías positivas, pero patología benigna en la biopsia. Estos resultados se compararon con cinco grupos de personas diagnosticadas con otros cánceres: ovario, pulmón, próstata, colon y melanoma.
Debido a que el número de moléculas de ECM en sangre es relativamente bajo, los investigadores confiaron en la proteómica y en nuevas técnicas de enriquecimiento de preparación de muestras, incluido el uso de nanopartículas de hidrogel, para detectar con precisión los biomarcadores asociados al cáncer. Esta técnica une proteínas de ECM asociadas con la proliferación, migración, adhesión y metástasis del cáncer, o la propagación del cáncer de una parte del cuerpo a otra. Muchas de estas proteínas nunca antes se habían observado en muestras de sangre.