Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois (Chicago) han identificado un biomarcador en las plaquetas humanas que rastrea el alcance de la depresión, lo que puede llevar a desarrollar un análisis de sangre que proporcione un sello bioquímico y mejore la eficacia de la terapia con medicamentos.
El estudio, que se ha publicado en la revista 'Molecular Psychiatry', se basa en estudios previos de varios investigadores que han demostrado en modelos humanos y animales que la depresión es consistente con una disminución de la adenilil ciclasa, una pequeña molécula dentro de la célula que se produce en respuesta a neurotransmisores como la serotonina y la epinefrina.
"Cuando estás deprimido, la adenilil ciclasa es baja. La razón por la que la adenilil ciclasa está atenuada es que la proteína intermedia que permite al neurotransmisor producir la adenilil ciclasa, Gs alfa, está atrapada en una matriz de la membrana rica en colesterol, una balsa de lípidos, donde no funcionan muy bien", ha comentado el investigador principal, Mark Rasenick.
Los investigadores plantean la hipótesis de que podrán usar este análisis de sangre para determinar si las terapias antidepresivas están funcionando, quizás tan pronto como una semana después de comenzar el tratamiento
Los investigadores plantean la hipótesis de que podrán usar este análisis de sangre para determinar si las terapias antidepresivas están funcionando, quizás tan pronto como una semana después de comenzar el tratamiento. Según investigaciones anteriores, cuando los pacientes mostraban una mejoría en sus síntomas de depresión, el Gs alfa estaba fuera de la balsa de lípidos.
Sin embargo, en los pacientes que tomaron antidepresivos pero no mostraron mejoría en sus síntomas, el Gs alfa todavía estaba atascado en la balsa, lo que significa que simplemente tener antidepresivos en el torrente sanguíneo no era lo suficientemente bueno para mejorar los síntomas.
"Aproximadamente el 30% de las personas no mejoran, su depresión no se resuelve. Quizás, el fracaso engendra fracaso y tanto los médicos como los pacientes asumen que nada va a funcionar. La mayoría de la depresión se diagnostica en los consultorios de los médicos de atención primaria, donde no se realizan exámenes de detección sofisticados. Con esta prueba, un médico podría decir: 'Caramba, parece que están deprimidos, pero su sangre no nos dice que lo estén'. Entonces, tal vez necesitemos volver a examinar esto'", ha comentado Rasenick.