Ingenieros de la Universidad de Columbia Británica han desarrollado una batería impermeable flexible que es lo suficientemente duradera como para someterse a múltiples ciclos de lavado.
La batería es tan flexible que aún puede funcionar cuando se estira para duplicar su longitud original. Está hecho de materiales de bajo coste, lo que lo hace potencialmente muy adecuado para la tecnología de monitoreo de salud portátil como prendas de vestir, parches o relojes que monitorean los signos vitales.
Proporcionar una fuente de energía para la tecnología portátil es algo así como un enigma, ya que la mayoría de las baterías son delicadas, no flexibles y ciertamente no funcionan bien alrededor de fluidos como el sudor corporal. Estos problemas llevaron a los investigadores de la UBC a desarrollar un nuevo tipo de batería, que está diseñada específicamente para ser incluida en los wearables.
Hasta ahora, los investigadores de la UBC han sometido una batería a 39 ciclos de lavado y todavía funcionaba
"La electrónica portátil es un gran mercado y las baterías estirables son esenciales para su desarrollo. Sin embargo, hasta ahora, las baterías estirables no han sido lavables. Esta es una adición esencial si quieren soportar las demandas del uso diario", han señalado los investigadores.
Por lo general, las baterías consisten en materiales rígidos, pero para introducir cierta flexibilidad, el equipo de investigación molió los componentes primarios de dióxido de manganeso y zinc en pequeños fragmentos, que luego incrustaron en un polímero flexible para formar láminas ultrafinas. Estas láminas se reunieron e incrustaron en el mismo polímero gomoso, para formar un recubrimiento impermeable.
Los investigadores eligieron zinc y dióxido de manganeso porque la batería está destinada a ser usada cerca de la piel, y querían que fuera lo más segura posible en caso de fuga. "Optamos por el zinc-manganeso porque para los dispositivos que se usan junto a la piel, es una química más segura que las baterías de iones de litio, que pueden producir compuestos tóxicos cuando se rompen", han explicado.
El resultado final es robusto y puede soportar múltiples ciclos de lavado sin pérdida de rendimiento. Hasta ahora, los investigadores de la UBC han sometido una batería a 39 ciclos de lavado y todavía funcionaba.
"Ponemos nuestros prototipos a través de un ciclo de lavandería real en lavadoras domésticas y comerciales. Salieron intactos y funcionales y así es como sabemos que esta batería es realmente resistente", han concluido.