El síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica (SFC/EM) es una enfermedad incapacitante, en la cual las personas que la padecen presentan grandes dificultades para llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Pese a su alta prevalencia, no se dispone aún de herramientas efectivas para su diagnóstico, seguimiento y tratamiento. Por ello, para comprender mejor y favorecer el seguimiento, así como estratificar la fatiga en estos pacientes, un equipo de investigadores liderado por el Vall d'Hebronla, junto Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Politécnica de Cataluña, han desarrollado una aplicación móvil que podría ser útil en la valoración de la gravedad de la fatiga en este síndrome, especialmente en mujeres. Los resultados del estudio en que se ha probado esta tecnología han sido publicados en la revista Sensors.
La tecnología desarrollada por los investigadores de la UAB y la UPC consiste en una cinta torácica con un sensor capaz de medir ciertas variables hemodinámicas cardíacas, conectado mediante bluetooth a una app móvil. La aplicación del móvil permite registrar y monitorizar la variabilidad de la frecuencia cardíaca y compartir los resultados analizados con el personal médico que supervisa a los pacientes.
La tecnología consiste en una cinta torácica con un sensor capaz de medir ciertas variables hemodinámicas cardíacas, conectado mediante bluetooth a una app móvil
En concreto, en este estudio se analizó la relación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca con la gravedad de los síntomas entre mujeres y hombres con SFC/EM. Este parámetro está estrechamente relacionado con la frecuencia cardíaca, es decir, el número de pulsaciones por minuto del corazón.
Sin embargo, el tiempo que pasa entre dos pulsaciones consecutivas no es siempre exactamente el mismo, sino que se pueden detectar pequeñas diferencias que entran dentro de la normalidad: esto es lo que se conoce como variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC).
ESTUDIOS PREVIOS
En estudios previos publicados en la revista Journal of Translational Medicine ya se había relacionado la VFC con la valoración de la gravedad de la fatiga en mujeres con SFC/EM. “En concreto, habíamos observado que esta variabilidad era menor en las pacientes con SFC/EM, especialmente en casos más discapacitantes”, explica Jesús Castro, coordinador del laboratorio en Síndrome de Fatiga Crónica/Encefalomielitis Miálgica del grupo de Reumatología del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR).
A priori, se considera positivo tener una variabilidad alta, al ser un indicador del buen funcionamiento del sistema nervioso autónomo. “En este trabajo quisimos comprobar qué relación tenía la VFC con el síndrome tanto en mujeres como en hombres con SFC/EM comparado con controles sanos y su utilidad para la monitorización de pacientes”, añade el doctor Castro.
En la línea de los estudios anteriores, se comprobó que la medición de la VFC con la tecnología app móvil podría predecir la gravedad de la fatiga discapacitante en pacientes con síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica. Esto se observó especialmente en el caso de mujeres, pero esta relación no era tan clara en el caso de los hombres.
“Demostramos que el uso de la app sería especialmente útil para la monitorización de mujeres que sufren este síndrome, las cuales claramente tienen una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca en comparación a las mujeres sanas”, afirma Rosa M Escorihuela, del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB. Así, la VFC sería un buen marcador predictor de la gravedad de la fatiga durante el curso clínico de la enfermedad.
El estudio se llevó a cabo con 77 pacientes con este SFC/EM (32 hombres y 45 mujeres) y se compararon sus resultados con los de un grupo control. La evaluación de la VFC se realizó en 3 sesiones de 5 minutos, separadas entre sí entre una y tres semanas y en condiciones controladas.
TECNOLOGÍA NO INVASIVA MEJORADA
Ramos Castro comenta que “la experiencia de los grupos de investigadores de la UAB y la UPC ha permitido corregir las limitaciones más importantes que presenta esta tecnología como los errores en la medida de la variabilidad cardíaca producidos por una incorrecta colocación de la cinta torácica y/o el movimiento y respiración del paciente durante el registro, y la obtención de los registros en unas condiciones controladas para reducir la influencia de otros factores externos. Los resultados del análisis se almacenan en un servidor único y seguro y pueden consultarse a través de una plataforma específica”.
Por su parte, Lluís Capdevila, investigador del Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación y del Instituto de Investigación del Deporte de la UAB, añade que “resulta una tecnología no invasiva de fácil uso por los propios pacientes o usuarios, a través de su dispositivo móvil. De esta manera, pueden realizar autovaloraciones en situaciones ecológicas y podrían ser monitorizadas a tiempo real”.
Tal como comenta el doctor Capdevila, “el mismo sistema se originó y viene utilizándose con éxito para la monitorización a tiempo real y el seguimiento de la relación entre el esfuerzo físico y su recuperación, tanto en deportistas como en población general. Por ejemplo, han utilizado este sistema clubs deportivos como el Fútbol Club Barcelona (secciones de Baloncesto y de Fútbol femenino) o el New York City FC, y equipos nacionales como los de la Federación Española de Baloncesto, la Federación Española de Hockey Hierba (masculina y femenina), o la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada”.