Los traumatismos son el origen de gran parte de las consultas en Urgencias. Estas lesiones físicas pueden suponer desde un esguince a una lesión craneal que afectan a procesos como los del movimiento. Tras sufrir accidentes en los que la acción motora se ve perjudicada, comienza un proceso de rehabilitación que puede durar meses e incluso años hasta recuperar la función completa. Algo que se hace cada vez más presente con una población envejecida que tiene una movilidad perjudicada y tiende a caerse con facilidad.
En los últimos años se han incorporado a la rehabilitación las nuevas tecnologías, con sistemas robóticos, exoesqueletos o incluso realidad virtual que suponen herramientas que facilitan la recuperación. Actualmente, diferentes proyectos avanzan en este ámbito de desarrollo, y uno de ellos es Swalkers, un prototipo de la empresa española Werium Solutions, que combina un andador robótico con una herramienta de realidad virtual. Un proyecto que según los primeros estudios permite reducir un 50% las sesiones de rehabilitación con un importante éxito en la recuperación de la fuerza muscular.
“Queríamos reducir los procesos de recuperación, ya que la evidencia científica señala que cuanto más se tarda en recuperar la movilidad, más empeora la calidad de vida y aumenta la tasa de mortalidad”, explica a este medio Ana Rojo, desarrolladora de aplicaciones en realidad virtual para rehabilitación funcional y neurorehabilitación en Werium Solutions e investigadora en el grupo de Neurorehabilitación del Instituto Cajal, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los sensores recogen los parámetros antropomórficos de los usuarios, como son el peso, la altura o el ancho de paso
El andador robótico es en sí mismo un avance frente a otros proyectos. “Este prototipo cuenta con un sistema de descarga de peso que sostiene al paciente, este también puede apoyarse en dos barras paralelas con las que cuenta el robot”, indica la experta. Además, cuenta con un motor de tracción que permite controlar la dirección de avance y la velocidad en la marcha, y con unos sensores inerciales que generan información que es utilizada por los especialistas médicos y el equipo tecnológico.
Los sensores recogen los parámetros antropomórficos de los usuarios, como son el peso, la altura o el ancho de paso. Esa información luego se vuelca a la segunda parte que constituye este proyecto, la realidad virtual.
PROBANDO EL PAPEL DE LA REALIDAD AUMENTADA
En los últimos años la realidad virtual no solo ha tomado fuerza a nivel de ocio para realizar videojuegos o películas 3D, sino que también se ha ido haciendo un hueco en la Sanidad. Lo que antes parecía improbable por falta de estudios, ahora es posible. La realidad aumentada permite eliminar la ansiedad, es una herramienta para que las personas con autismo puedan mejorar sus comunicaciones sociales e incluso es un instrumento en la neurorrehabilitación.
“Deben seguir las huellas para modificar el patrón, la precisión y la posición de los pies, lo que mejora la rehabilitación e incluso puede evitar cojeras"
Tras una lesión en el sistema nervioso, es común que a los pacientes les vuelva a costar caminar o hacer otros movimientos. Es como si el cerebro haya olvidado esa función y tengan que recordársela de nuevo. La repetición de movimiento en rehabilitación ayuda poco a poco a recuperar la funcionalidad. Sin embargo, durante los últimos años se ha visto que la realidad virtual aumenta el ritmo de aprendizaje, evita cojeras o malos usos de movimiento y motiva más a los pacientes.
El sistema, como explica Laura Raya, directora de posgrado en realidades extendidas de la U-tad, es sencillo. Se le pone al paciente una imagen de un cuerpo virtual superpuesto al de uno mismo, es decir, si el paciente con las gafas de realidad virtual mira hacia abajo ve unas piernas que, tras menos de 30 segundos el cerebro reconoce suyas. Si estas piernas están en movimiento con patrones correctos el cerebro tenderá a imitarlo, y así recuperará la marcha más fácilmente.
“Se nos ocurrió la idea de la tecnología inversiva para mejorar el patrón de marcha que en personas mayores no se tiende a recuperar”, indica Rojo. Las versiones piloto de su andador están principalmente destinado a personas mayores, de hecho será en residencias donde se implantará este sistema por primera vez. A través de realidad virtual se ofrece un paisaje abierto donde ven la posición de sus pies y de unas huellas marcadas siguiendo los parámetros antropomórficos. “Deben seguir las huellas para modificar el patrón, la precisión y la posición de los pies, lo que mejora la rehabilitación e incluso puede evitar cojeras o utilización de bastones si la marcha va bien”, concluye Ana Rojo.