Un paciente informado y comprometido resulta fundamental en la creación de un sistema de salud sostenible centrado en las personas. La aparición de las nuevas tecnologías y herramientas digitales, ofrece una oportunidad sin precedentes para que los ciudadanos puedan informarse y participar activamente en las decisiones que afectan a su propia salud. Así lo explica el informe‘Health in the 21 Century’, desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La salud está muy por detrás de otros sectores, en lo que refiere a una adecuada transformación digital
El documento, que examina como los países de la OCDE están aprovechando las nuevas tecnologías para lograr sus objetivos en políticas de salud y cómo estas pueden ayudar a abordar las políticas existentes y emergentes, refleja que, a pesar de algunos signos prometedores y éxitos aislados, la salud está muy por detrás de otros sectores, en lo que refiere a una adecuada transformación digital.
Casi todos los países miembros han experimentado una ampliación en la promoción de herramientas destinadas a informar a los pacientes sobre su propia salud. Sin embargo, el informe también arroja datos negativos a este respecto, ya que son muchas las personas que muestran problemas en alfabetización digital. Un porcentaje que, además, se agrava en función que aumenta la edad.
Para hacer uso de las nuevas herramientas digitales proporcionadas por los sistemas de salud, será necesario que los pacientes conozcan al máximo el uso adecuado de estas. Por ello, los países deben continuar promoviendo políticas de salud y una alfabetización digital que permitan a las poblaciones aprovechar al máximo las nuevas herramientas digitales.
AUGE DE LAS APLICACIONES MÓVILES: NUEVO PELIGRO
El número de aplicaciones móviles destinadas a la salud (mHealth) crece de manera considerada. Según informan desde OCDE, las aplicaciones de salud descargadas entes 2013 y 2017 se doblaron en todo el mundo (de 1.7 millones a 3.7 millones).
No obstante, lejos de considerarse un hecho positivo en lo que refiere a la proliferación de nuevas herramientas digitales, esto puede convertirse en algo negativo. Y es que, tal y como señalan en el informe, la mayoría de las herramientas se desarrollan sin el aporte de expertos médicos.
Asimismo, el aumento de este tipo de aplicaciones ofrece información altamente detallada y valiosa sobre los comportamientos de las personas. Por ello, las autoridades de cada país deberán hacer frente a nuevos desafíos, centrados en la ética, la técnica, la seguridad y la privacidad, cuando estén en juego los datos de los pacientes.