Identificar precozmente a las personas que presentan un mayor riesgo de sufrir una fractura ósea por fragilidad es uno de los principales retos que tiene planteada la salud pública en estos momentos, así como un objetivo primordial para los expertos reunidos en el marco del XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral (Seiomm), que se ha clausurado en Elche. Y es que esto permitiría, entre otras consecuencias positivas, seleccionar a aquellos pacientes que pueden beneficiarse prioritariamente de un tratamiento anti-fracturas.
La introducción de modernas técnicas diagnósticas, que incluyen la densitometría en 3D o el trabecular bone score, acerca este propósito de facilitar la detección de esta población de riesgo de manera sencilla y eficaz."El principal avance de las tecnologías diagnósticas es que podemos identificar a los sujetos con fragilidad ósea antes que se produzcan las fracturas y disponer de una herramienta que permite evaluar el impacto de enfermedades o los cambios óseos producto de un tratamiento eficaz", afirma el doctor Luis Del Rio Barquero, experto en Densitometría Ósea del Grupo Médico Cetir (Barcelona).
"Estas nuevas aplicaciones de una técnica clásica han ampliado el uso clínico y la identificación de los sujetos con mayor fragilidad ósea"
Se cree que el camino emprendido conestas aplicaciones va a permitir obviar la principal limitación que tiene la densitometría DXA, que es medir otros parámetros de calidad ósea que sabemos producen fragilidad ósea y que no son medidos por la densitometría convencional. En especial, en aquel grupo de pacientes que sabemos que aunque tengan valores solo discretamente disminuidos de densidad mineral ósea con la DXA (osteopenia), sufren fracturas.
DE LA CIENCIA FICCIÓN A LA PRÁCTICA CLÍNICA
Entre las innovaciones diagnósticas, destacan nuevas aplicaciones de la densitometría ósea, que aportan información sobre factores relacionados con la calidad ósea. Como detalla el doctor Luis Del Rio, "esta información se puede obtener con un tipo de exploración ampliamente reconocida como segura, económica y accesible: la densitometría ósea con técnica DXA". Según añade, "estas nuevas aplicaciones de una técnica clásica han ampliado el uso clínico y la identificación de los sujetos con mayor fragilidad ósea, integrando información sobre calidad macro y micro-estructural".
Las nuevas aplicaciones de la técnica DXA que ya están disponibles comercialmente aportan información que hasta hace muy poco tiempo sólo era accesible con métodos cruentos (biopsias óseas) o utilizando equipos muy sofisticados, costosos y únicamente presentes en contados centros de investigación. "Todos estos avances van a suponer una revolución, un cambio de paradigma, en el campo del diagnóstico", afirma el doctor Luis del Río.
"Todos estos avances van a suponer una revolución, un cambio de paradigma, en el campo del diagnóstico"
Entre estas modernas técnicas destacan dos: la denominada trabecular bone score (TBS), que permite la valoración de la calidad micro-estructural del hueso esponjoso (trabecular), y la densitometría DXA en 3D, que hace posible una reconstrucción volumétrica de los huesos explorados a partir de las imágenes DXA en 2D obtenidas de forma convencional. "Las nuevas aplicaciones no requieren cambios en la forma de realizar las exploraciones DXA, ni más tiempo, ni exploraciones especiales adicionales o incrementar la bajísima dosis de irradiación que conlleva la técnica DXA", subraya el doctor Luis del Río.
TBS y DXA-3D
Respecto al TBS, se trata de análisis que ofrece una información sobre la calidad de la microestructura del hueso trabecular que es independiente de la forma de cálculo de la densidad ósea. El TBS, que se aplica por el momento únicamente a la columna lumbar, no se ve apenas afectado por los artefactos que alteran con mayor frecuencia a las mediciones de densidad ósea, como es la osteoartritis o las calcificaciones vasculares. Se ha confirmado en varios estudios que el TBS complementa a la medición de densidad ósea y permite reconocer a las personas con mayor fragilidad.
En opinión del doctor Del Río, "la utilización de TBS es más eficaz para realizar la clasificación de personas con densidad mineral ósea baja", señalando también que "puede aplicarse en muchas de las situaciones en las que la densidad ósea de columna lumbar no puede ser valorada".
Por su parte, la reconstrucción en 3D de la imagen obtenida en 2D permite definir en primer término la densidad ósea volumétrica (adaptándose a la definición clásica). "El uso de la densidad volumétrica resuelve el problema de la densitometría en 2D, que se ve influida por el tamaño óseo al solo estimar las dimensiones teniendo en cuenta el área proyectada pero no el volumen; el efecto es infravalorar el contenido mineral de los huesos pequeños-delgados y sobrevalorarlo en los casos de huesos grandes-anchos", aclara el doctor Del Río.
Otra de las ventajas de esta tecnología 3D es poder identificar y cuantificar por separado los componentes del hueso (cortical y trabecular). Cada uno de estos componentes dispone de una respuesta distinta ante situaciones patológicas y tratamientos.Uno de los factores que contribuyen a la resistencia ósea es la forma que tienen los huesos para cumplir el papel mecánico que tienen asignados en el esqueleto de cada sujeto; en este sentido, la reconstrucción en 3D permite reconocer parámetros de geometría ósea.Otro de los beneficios clínicos de acceder al análisis del hueso en 3D es poder medir el grosor del hueso cortical.