Un sistema de neuroprótesis devuelve la movilidad del brazo a un paciente tetrapléjico

Un revolucionario proyecto de la Universidad Case Western Reserve (Estados Unidos) permite al paciente realizar funciones cotidianas como coger una taza y beber de ella a través de una pajita o utilizar un tenedor para comer sin necesidad de depender de una ayuda humana.

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1 abril 2017 | 00:06 h
Un sistema de neuroprótesis devuelve la movilidad del brazo a un paciente tetrapléjico
Un sistema de neuroprótesis devuelve la movilidad del brazo a un paciente tetrapléjico
Se conoce por tetraplejia aquel tipo de lesión medular que produce una parálisis que afecta a las cuatro extremidades y que desemboca en la dependencia de la persona que la sufre. Así, con el objetivo de ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes tetrapléjicos y fomentar su independencia, investigadores de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (Estados Unidos) han desarrollado un sistema de neuroprótesis que conecta el cerebro con los músculos, lo que permite que el paciente vuelva a tener movilidad en su mano, brazo, antebrazo y hombro derechos.

Este sistema permite que el paciente vuelva a tener movilidad en su mano, brazo, antebrazo y hombro derechos
El hallazgo, que ha sido publicado en la revista científica The Lancet, se basa en la descodificación de señales cerebrales para trasmitirlas a los sensores colocados en los brazos del paciente. Una compleja investigación en la que el Hospital Universitario de Cleveland ha realizado los procedimientos médicos, y la Universidad Case Western Reserve y el Cleveland Veterans Affairs Medical Center han ejecutado los procesos analíticos.

En esta sofisticada investigación, que aún está en fase inicial, se contó con Bill Kochevar, una persona de 53 años que sufrió esta lesión medular ocho años antes en un accidente de bicicleta. Gracias a la neuroprótesis, este paciente puede usar su extremidad derecha al completo (mano, antebrazo, brazo y hombro) y consigue realizar funciones cotidianas como coger una taza y beber de ella a través de una pajita o utilizar un tenedor para comer sin necesidad de depender de una ayuda humana.



"Para alguien que lleva sufriendo esta lesión durante ocho años, ser capaz de realizar estos movimientos es impresionante"
En un primer momento, a través de procesos quirúrgicos, los investigadores implantaron a Kochevar unos electrodos sobre la corteza motora dentro del cerebro. Acto seguido, los científicos hicieron lo propio e implantaron estos sistemas dentro de los músculos del brazo. Una vez finalizado este proceso, esperaron 15 días para lograr que se cerrasen las cicatrices. En último término, se empezó a estimular al paciente para que los músculos de su extremidad derecha volviesen a acostumbrarse para, finalmente, comenzar el entrenamiento.

Según explica Bolu Ajiboye, director de la investigación, "mediante el registro de las señales cerebrales generadas cuando quiere llevar a cabo un movimiento y su uso para controlar la estimulación de sus brazos y manos, Bill Kochevar ha sido capaz de realizar funciones personales que son muy importantes para él".

El propio Bill Kochevar ha asegurado que "para alguien que lleva sufriendo esta lesión durante ocho años y no se podía mover, ser capaz de realizar estos movimientos, aun pequeños, es simplemente impresionante". "De hecho, es mejor de lo que pensaba que iba a ser", concluye.
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