Neurofibres, el proyecto europeo que busca reparar la lesión medular

Dotado con más de cinco millones de euros por la Comisión Europea, es uno de los doce proyectos elegidos entre más de doscientos presentados al programa Tecnologías Emergentes del Futuro.

JUANJO CARRILLO CÓRDOBA
4 febrero 2017 | 00:04 h
De izq. a drcha.: Jorge Eduardo Collazos, Hugo Vara, Concepción García Rama y Alexandra Manuela Alves
De izq. a drcha.: Jorge Eduardo Collazos, Hugo Vara, Concepción García Rama y Alexandra Manuela Alves

En su travesía hasta encontrarse con el océano Atlántico en Lisboa, el río Tajo discurre por más de mil kilómetros de parajes naturales y núcleos urbanísticos extraordinarios. En su curso medio, el caudal describe un meandro contiguo a una colina de cien metros de altura sobre la que se asientan los cimientos de Toledo. La que fuese Ciudad de las Tres Culturas durante el reinado de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII, se constituyó como un referente europeo gracias a su Escuela de Traductores y puso a la actual capital castellanomanchega al frente de la innovación. Siglos después, Toledo vuelve a ser un ejemplo para el Viejo Continente gracias a su Hospital Nacional de Parapléjicos. Y es que el centro médico va a coordinar el proyecto europeo Neurofibres, que desarrollará microfibras electroconductoras para tratar la lesión medular.

"Neurofibres es una opción viable que tiene muchas posibilidades para inducir el crecimiento y la reparación tisular"

El Laboratorio de Reparación Neural y Biomateriales del Hospital Nacional de Parapléjicos, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), será el encargado de organizar esta investigación. El director de este grupo de trabajo, el doctor Jorge Eduardo Collazos Castro, ha charlado con SaluDigital para explicar los detalles de un trabajo que tiene "muy buenas razones" para convencer a la comunidad científica.

Neurofibres, cuya duración será de cuatro años (de enero de 2017 a diciembre de 2020), es un proyecto que en el que "se está intentando desarrollar una serie de microfibras de muy alta tecnología, que son electroconductoras y que se puedan implantar en la médula espinar. Las neuronas tienen unas prolongaciones muy largas que son los axones, una especie de tubitos de pocas micras que, cuando se produce una lesión, se rompen. La estructura que nos podría ayudar mejor a guiar y a reconectar la conductividad eléctrica a través de la zona de la lesión medular sería una microfibra electroconductora", comenta el doctor Collazos.


Jorge Collazos explica que este proyecto pretende "consolidar las potencialidades neurorregenerativas de la bioelectrónica y desarrollar dispositivos que sirvan como un andamio electroactivo biológicamente seguro y eficaz para la regeneración del sistema nervioso central y la activación de circuitos neuronales en la médula espinal". El propio Collazos incide en el deseo del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro público de referencia en España para el tratamiento de la lesión medular, de utilizar esta tecnología para la reparación de esta patología en los pacientes del hospital castellanomanchego.

Partiendo de lo que se ha conseguido hasta ahora, Neurofibres se centrará en dos frentes de trabajo. En primer lugar, en la mejora de las propiedades de las microfibras, incluyendo su conductividad eléctrica, propiedades mecánicas, estabilidad química y capacidad de interacción con las células neurales. El segundo frente será la investigación de la utilidad de esta tecnología puntera para inducir crecimiento neural.

CONSORCIO EUROPEO

Dotado con más de cinco millones de euros por la Comisión Europea, Neurofibres es uno de los doce proyectos de gran relevancia estratégica elegidos entre más de doscientos que se presentaron al programa europeo que promueve Tecnologías Emergentes de Futuro en el apartado Proactive, dedicado a medicamentos y terapias bioeléctricas, en el marco Horizonte 2020. Un trabajo que ha sido "visto con muy buenos ojos" por los expertos al presentarse como una "opción viable para poder integrar un sistema electrónico con el tejido nervioso y que realmente tiene muchas posibilidades de inducir el crecimiento y la reparación tisular", asegura el director del Laboratorio de Reparación Neural y Biomateriales.

Para abordar este proyecto se ha creado un consorcio de siete grupos de investigación de seis países europeos: el Royal Institute of Technology de Suecia; la Universidad de Cambridge, en Reino Unido; la Universidad de Trento, de Italia; la Universidad de Saarland, en Alemania, la Universidad de Marsella y la empresa Axon Cable de Francia y el Hospital Nacional de Parapléjicos en España, sobre el que recae la responsabilidad de coordinar a los equipos de todos estos centros.

 


Jorge Eduardo Collazos afirma que su laboratorio está en "una buena situación para servir de puente entre científicos de diferentes campos" y dirigir este proyecto europeo debido a que el equipo del centro médico toledano "fue quien desarrollo las microfibras iniciales para poder proponerlas como terapia de regeneración. Nosotros no solamente hacemos una evaluación de la tecnología y evaluamos la reparación tisular y funcional, sino que también participamos en el desarrollo como tal de la mejora de las propiedades de microfibras y su interconexión", subraya el doctor.

EL FUTURO EN HUMANOS

El investigador del Hospital Nacional de Parapléjicos resalta que ya se han hecho estudios in vitro y en ratas, en estas últimas con "unos efectos de guía y estimulación sobre el tejido". "Los roedores, por el tamaño y por otras condiciones, tienen muchas cosas que se alejan de la patología humana, así que consideramos que tenemos que dar el paso hacia una situación en la que podamos precedir mejor lo que podría pasar en el humano", explica el doctor.

"Considero que estaremos en una buena posición para proponer al menos un ensayo clínico"

Collazos hace referencia al modelo animal de los cerdos: "Los tenemos aquí en el hospital, porque necesitamos trabajar con un sistema que sea parecido al sistema nervioso humano. Pretendemos entre todos conjuntamente crear una situación en la que de aquí a cuatro años tengamos un dispositivo que pueda proponerse para uso humano, si bien es cierto que el proyecto no contempla una investigación clínica".

En esta línea, el director del Laboratorio de Reparación Neural y Biomateriales subraya que "hay que ser consciente que las normativas para llegar a tener un medicamento o un producto biosanitario para aplicar en los humanos es muy compleja". No obstante, el doctor aporta luz a los pacientes de esta lesión y asegura que "aunque son dos objetivos claramente separados, en esta etapa sí que intentaremos dejar al menos las bases para que lo que se proponga finalmente como dispositivo cumpla una serie de normativas respecto a la fabricación de biodispositivos médicos y considero que estaremos en una buena posición para proponer al menos un ensayo clínico", concluye el doctor del Hospital Nacional de Parapléjicos.

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