Un equipo científico de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha diseñado una nueva estrategia diagnóstica para detectar la presencia de virus en humanos utilizando la espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS) y técnicas de inteligencia artificial. Este avance, que busca responder a la creciente necesidad de diagnósticos rápidos y fiables en un mundo cada vez más afectado por epidemias y pandemias virales, fue liderado por José Gómez y Myriam Catalá, investigadores del Instituto de Investigación en Cambio Global (IICG) de la URJC.
"Esta investigación ha permitido identificar novedosos posibles biomarcadores del virus de la hepatitis C"
El objetivo principal de la investigación, publicada en la revista Molecular and Biomolecular Spectroscopy, es demostrar la viabilidad de la tecnología NIRS para la detección cuasiinstantánea y sin contacto de infecciones víricas en humanos. “Tras las lecciones aprendidas de la COVID-19, hemos diseñado una estrategia contactless para la detección masiva de infecciones víricas. Con solo una gota de suero, un espectrofotómetro y técnicas de machine learning, hemos logrado discriminar muestras con virus activo”, explicó Gómez.
En este sentido, Myriam Catalá ha explicado cómo la NIRS es una técnica analítica ‘verde’ muy segura para el operador y el medio ambiente, ya que no genera emisiones ni residuos. "Esta es ultrarrápida, bastando unos segundos para analizar cada muestra. Todas estas características la hacen coste-eficiente para la sanidad, lo que, además, podría reducir notablemente los costes de diagnóstico”, apunta
En este estudio, los investigadores analizaron 137 micromuestras de suero de 38 pacientes con hepatitis C, obtenidas del biobanco del Hospital Universitario de Alcorcón (HUFA). Estas muestras fueron examinadas sin necesidad de manipulaciones adicionales, y los datos obtenidos se procesaron para generar una huella molecular global, posteriormente analizada con técnicas avanzadas de estadística y aprendizaje automático. “El potencial de esta estrategia va más allá que una simple ‘caja negra de diagnóstico’, ya que ha permitido identificar novedosos posibles biomarcadores del virus de la hepatitis C”, señala José Gómez.
El proyecto ha contado con la participación de la Escuela de Ingeniería de Fuenlabrada (EIF), el servicio de bioquímica clínica del HUFA y el biobanco del hospital, y se realizó con la autorización del Comité de Ética del HUFA.