Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio (Japón) ha desarrollado una generación de tatuajes electrónicos que tienen la capacidad de monitorizar signos vitales dejando que la piel transpire, lo que evita cualquier inflamación de la piel. Unos sistemas que han sido testados por voluntarios durante una semana y que, según explican, "ni siquiera son conscientes de la presencia del dispositivo en su piel"
La novedad que aporta este nuevo mecanismo reside en su composición: varillas de oro a escala nanométrica integradas en un polímero soluble. Gracias a esta sofisticada tinta, los usuarios son capaces de efectuar sus labores cotidianas sin tener que preocuparse por las secuelas que, en ocasiones, acarrean estos dispositivos.
"Hemos observado que estos dispositivos se pueden usar durante una semana o más para un llevar a cabo un monitoreo continuo, necesario en el uso práctico de aplicaciones médicas y deportivas"
Atendiendo a detalles concretos, el tatuaje se sitúa en la piel de forma similar a una calcomanía. Así, el sistema se presiona contra la piel, se aplica un poco de agua y las nanovarrillas de oro quedan atrapadas en los pequeños pliegues con los que cuenta la piel. En este contexto, los especialistas han apostado por el oro al ser uno de los metales más seguros para entrar en contacto con el organismo humano.
En el estudio desarrollado por el centro académico japones, el grupo de investigación dobló y estiró las varillas de oro más de 10.000 veces y el mecanismo continuó funcionando en todo momento.
"Hemos observado que estos dispositivos se pueden usar durante una semana o más para un llevar a cabo un monitoreo continuo, necesario en el uso práctico de aplicaciones médicas y deportivas", subraya el profesor Takao Someya, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tokio.