Los últimos años se han caracterizado por significativos avances en el área de las interfaces cerebro-ordenador, una serie de tecnologías que permiten a las personas con parálisis severa la capacidad de utilizar brazos y piernas robóticas. En este contexto, un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) ha implantado con éxito dos conjuntos de microelectrodos, uno a cada lado del cerebro de un hombre con discapacidad, que se han utilizado para controlar dos brazos robóticos independientes, toda vez que se han proporcionado sensaciones táctiles.
Tal y como explican los creadores, esta es la primera vez que alguien logra semejante hazaña. Atendiendo a detalles concretos, el grupo de expertos se sirvió de un miembro protésico modular (MPL, por sus siglas en inglés modular prosthetic limb) para interactuar con el voluntario de la investigación. El MPL, explican los autores del estudio, es la prótesis más avanzada desarrollada hasta el momento, ya que consta de un gran número de sensores de presión, fuerza y aceleración.
"Estamos tratando de permitir que una persona con tetraplejia utilice una interfaz neuronal directa para controlar, de forma simultánea, dos dispositivos de asistencia"
"Estamos tratando de permitir que una persona con tetraplejia utilice una interfaz neuronal directa para controlar, de forma simultánea, dos dispositivos de asistencia y, al mismo tiempo, dotarles del sentido del tacto a la hora de establecer contacto con objetos del entorno", ha señalado el doctor Brock Wester, investigador principal del trabajo.
Un gran desafío para lograr una buena interfaz entre el cerebro y una matriz de electrodos y, por tanto, desbloquear la capacidad de mover los brazos robóticos, es posicionar con precisión los implantes en las ubicaciones correctas. Así, el equipo del centro universitario americano desarrolló un método novedoso, que se utiliza durante la cirugía y que crea mapas en tiempo real de la actividad cerebral, para localizar los sitios óptimos de implante.
"Por primera vez, nuestro equipo ha podido mostrar la capacidad de una persona para 'sentir' la estimulación cerebral dirigida a ambos lados del órgano al mismo tiempo"
Toda la vez que se ha implantado, los científicos trabajaron con el paciente reclutado para estudiar qué siente como respuesta a las diferentes estimulaciones cerebrales. Ajustar este elemento con precisión puede hacer que los usuarios puedan sentir, de forma más natural, los objetos que se manipulan al utilizar las prótesis eléctricas.
"Por primera vez, nuestro equipo ha podido mostrar la capacidad de una persona para 'sentir' la estimulación cerebral dirigida a ambos lados del órgano al mismo tiempo. Mostramos cómo la estimulación de las áreas de los dedos izquierdo y derecho en el cerebro podría controlarse con éxito mediante el contacto físico con los dedos de MPL", sentencia el doctor Matthew Fifer, líder técnico del proyecto.