Investigadores de la Facultad de Medicina Sidney Kimmel, en la Universidad Thomas Jefferson, han realizado un descubrimiento que podría cambiar el enfoque de la detección temprana de la osteoartritis (OA), una enfermedad dolorosa y progresiva que afecta el cartílago de las articulaciones y, a menudo, causa dolor e incapacidad en personas mayores de 60 años. Aunque la OA no tiene cura, la detección precoz es clave para frenar su avance. Hasta ahora, identificar la enfermedad antes de la aparición del dolor ha sido difícil, pero un tinte fluorescente podría ofrecer una nueva esperanza.
El equipo de investigadores se propuso estudiar si el cartílago articular comenzaba a calcificarse en las primeras etapas de la artrosis. Para ello, utilizaron un modelo de ratón con características similares a las de la osteoartritis humana en la rodilla derecha.
El equipo de investigadores se propuso estudiar si el cartílago articular comenzaba a calcificarse en las primeras etapas de la artrosis
Los científicos inyectaron en ambas rodillas un tinte rojo fluorescente, conocido como complexonade alizarina, que se une a los cristales de calcio. De esta forma, esperaban ver fluorescencia en la superficie del cartílago articular, lo que indicaría signos de calcificación temprana.
Sin embargo, el tinte fluorescente no se mostró en el área esperada. En cambio, la señal se concentró en una zona llamada "marca de marea", situada entre el cartílago articular y el cartílago calcificado sobre el hueso. Además, se observó que los ratones con osteoartritis mostraban una mayor cantidad de alizarina en el cartílago calcificado y en el hueso subcondral en comparación con los controles sanos. Este hallazgo sugiere que, en las primeras etapas de la OA, la articulación es más permeable, permitiendo que el tinte se difunda con mayor facilidad.
La investigación reveló que el tinte, al ser inyectado, se desplaza primero al líquido sinovial, que actúa como lubricante de las articulaciones. A través de este fluido, el tinte se mueve por toda la articulación en tres vías conocidas, pero el equipo descubrió una cuarta vía hasta ahora desconocida: la complexonade alizarina viaja a través de la marca de marea hasta alcanzar los vasos sanguíneos en el periostio, la capa externa del hueso.
En los ratones con osteoartritis, la fluorescencia era notablemente más intensa en el periostio y el hueso subcondral en comparación con los ratones sin OA, lo que sugiere una mayor comunicación bioquímica entre el cartílago y el hueso en las primeras etapas de la enfermedad.
Esta herramienta podría abrir la puerta a un mejor entendimiento de cómo avanza la osteoartritis y permitir el desarrollo de intervenciones preventivas antes de que la enfermedad alcance etapas avanzadas
Este hallazgo, publicado en la revista FASEB BioAdvances, destaca el potencial de la complexonade alizarina para monitorizar la comunicación entre el cartílago articular, el cartílago calcificado y el huesosubcondral, lo que ofrece una herramienta única para observar el progreso de la OA en etapas tempranas. Según los investigadores, esta herramienta podría abrir la puerta a un mejor entendimiento de cómo avanza la osteoartritis y permitir el desarrollo de intervenciones preventivas antes de que la enfermedad alcance etapas avanzadas.
El uso de este tinte fluorescente en investigaciones futuras podría proporcionar una comprensión más detallada de los cambios que ocurren en las primeras fases de la OA, permitiendo a los científicos diseñar terapias más efectivas para ralentizar o incluso detener el avance de esta enfermedad que afecta la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.