Un sensor portátil podría detectar biomarcadores tumorales de relevancia en cánceres de tipo epitelial. La herramienta, desarrollada por científicos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada ibs.GRANADA (España), de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), y de la Universidad Católica de Cuyo(UCCuyo), junto a médicos clínicos cirujanos de San Luis, emplea inteligencia artificial que se conecta a un teléfono.
Un enfermo oncológico es una persona que requiere chequeos rutinarios permanentes. De acuerdo con los investigadores, si una persona quisiera tener el dispositivo en su propia casa, y testearse como se testea la glucosa, podría hacerlo. “Para algunas personas es difícil ir a un oncólogo especialista cuando vive en un pueblo retirado de las grandes ciudades. Con esta aplicación y con este sensor tan pequeño sería muy sencillo”, explica el doctor Francisco Gabriel Ortega Sánchez, investigador del grupo A06-Oncología Clínica y Biopsia Líquida del ibs.GRANADA.
Investigadores: “Queremos ahora llevarlo a un entorno real, es decir, a un hospital para que el médico pueda comenzar a utilizarlo”
El doctor Ortega Sánchez trabaja con biomarcadores circulantes de identificación que mejoren el diagnóstico de pacientes y que sean de utilidad para el seguimiento terapéutico. Así, una de sus líneas actuales de investigación está vinculada con la inmunidad celular. En este sentido, se aplica biopsia líquida a partir de una técnica, y se identifican niveles de inmunidad celular contra un patógeno, o autoinmunidad en contra de células del cuerpo.
El grupo de investigación de Ortega Sánchez contactó con el equipo científico del doctor Martín Fernández Baldo, de la UNSL, creando una nueva línea científica. Esta nueva línea estaba vinculada al desarrollo de metodologías analíticas portables y sencillas, que permitieran el traslado de la determinación de biomarcadores a la práctica clínica. Esto se traduce en el traslado de biomarcadores a un entorno más real de laboratorio hospitalario del servicio de salud.
“El hecho de que ellos desarrollen sensores, y que el control de estos sensores se haga por equipos cada vez más pequeños (miniaturizables) que puedan conectarse a un teléfono, nos hace seguir avanzando en inteligencia artificial”, comenta Ortega Sánchez, egresado de la UNSL y afincado en España desde hace quince años.
El equipo de Fernández Baldo desarrolla nanomateriales inteligentes empleados como plataforma de inmovilización de biomoléculas, que son moléculas específicas que interaccionan y reconocen un biomarcador bioquímico. Además, ha recibido recientemente financiación para un proyecto que investiga biomarcadores tumorales de relevancia clínica a nivel nanométrico.
“Lo interesante de esto es estudiar, a través del grupo de Gabriel, cuáles son esos marcadores que tienen prevalencia en una etapa precoz y desarrollar la metodología para identificar esos marcadores específicos en esa etapa precoz, ya sea cáncer de mama, colorrectal o de próstata, que son los más comunes que venimos trabajando, y también algunas cuestiones en cáncer de pulmón”, añade el científico.
El objetivo es diagnosticar las etapas tempranas de la enfermedad, de modo que el médico pueda hacer un diagnóstico certero y precoz. Esto podrá hacerse a través de la clínica y correlacionando estudios de imágenes u otros más complejos que se le hayan hecho al paciente. Así, el tratamiento seguirá evolucionando y será más efectivo.
En lo relativo al sensor portátil, la aplicación podrá ser manejada por el médico que esté tratando al paciente. Además, lo podrá emplear el propio paciente para hacerse un autocontrol. “La idea es tener biomarcadores de acuerdo al tipo de cáncer y cada tira reactiva va a determinar un biomarcador a la vez, es decir, que al chip del sensor hay que ir cambiándole la tira reactiva y va a ir detectando cada uno de los biomarcadores que el médico quiera testearle a ese paciente en particular”, explican los expertos.
Con estos desarrollos se mejora la expectativa de vida de las personas, la calidad de vida de un paciente con enfermedad tumoral y se bajan los costos de tratamientos y diagnósticos
El desarrollo de este dispositivo se encuentra en fase de TLR4 (las fases de desarrollo tecnológico se engloban desde TLR1 a TLR7), por lo que está puesto a punto en laboratorio de estudio. “Queremos ahora llevarlo a un entorno real, es decir, a un hospital para que el médico pueda comenzar a utilizarlo”, indicaron los investigadores.
“Ahora necesitamos que sea una empresa la que desarrolle los sensores. Para llevar a un estado más avanzado la tecnología tendremos que apostar a financiación internacional porque se apunta a empresas de biotecnología”, aclararon. Según los investigadores, con estos desarrollos se mejora la expectativa de vida de las personas, la calidad de vida de un paciente con enfermedad tumoral y se bajan los costos de tratamientos y diagnósticos.