La radioterapia intraoperatoria es una modalidad de radioterapia que se emplea durante el procedimiento quirúrgico para tratar el cáncer. Esta terapia cuenta con poca toxicidad, pues se apunta al área concreta donde está localizado el tumor con altas dosis de radiación, evitando afectar a otros tejidos. Aunque hay distintos tipos de radioterapia intraoperatoria, la más común es aquella que emplea fotones de baja energía.
Con motivo de la sensibilización de la sociedad y divulgación de este avance, la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y el grupo GMV han celebrado en Madrid una jornada en la que han explicado sus beneficios.
A diferencia de la radioterapia externa, la radioterapia intraoperatoria reduce los tiempos de tratamiento pues se realiza en el propio momento de la cirugía, permitiendo una inmediatez absoluta. Además, cuenta con un alto grado de precisión porque permite ver en todo momento el tumor al apartar los tejidos sanos, sin incidir en otros órganos importantes.
La radioterapia intraoperatoria reduce los tiempos de tratamiento pues se realiza en el propio momento de la cirugía
Otro factor a tener en cuenta, según ha señalado el Dr. Pedro Lara, presidente del Grupo de Oncología Radioterápica de la Unión Europea de Especialidades Médicas (UEMS), es el impacto emocional. Es importante “no tener la sensación de ser un enfermo ligado a un hospital”. Así, la radioterapia intraoperatoria evita al paciente tener que volver al centro hospitalario continuamente, permitiendo que realice su vida de manera normal.
Por otro lado, al hacerse cirugía y radioterapia en un solo acto, se reducen costes, al no necesitarse nuevas citas médicas como sucede con el caso de la radioterapia externa, y se evita engrosar las listas de espera.
Esta terapia se emplea principalmente en casos de cáncer de mama en estadios uno y dos, y se está estudiando su eficacia en glioblastoma y metástasis en el cerebro, como han explicado el Dr. Ferrán Guedea, director de Oncología Radioterápica del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Dr. Gerard Plans, jefe Clínico del Hospital Universitario de Bellvitge.
Además, los médicos señalan que la siguiente diana será el tratamiento de cáncer de páncreas, en el que hasta ahora no ha podido ser empleado por la complejidad de su localización, ya que para acceder hay que atravesar numerosos órganos.
En la jornada se ha destacado también el papel del radiofísico, pues es en quien recae la tarea de administrar la dosis exacta para cada paciente. Miguel Ángel Infante, de la Unidad de Oncología Radioterápica del Hospital La Luz de Madrid, explica que los tratamientos son muy seguros porque los equipos empleados se adaptan a la forma del tumor, y se tiene control absoluto de la dosis de radiación administrada.
Los tratamientos son muy seguros porque los equipos empleados se adaptan a la forma del tumor, y se tiene control absoluto de la dosis de radiación administrada
Sin embargo, a pesar de sus beneficios, no es una terapia común debido a las necesidades de tener un quirófano adaptado y profesionales especializados que conozcan el correcto manejo de los equipos. Por otro lado, no todo el mundo tiene acceso a ella porque no todos los centros disponen de la tecnología necesaria, a pesar de que está en el catálogo de Prestaciones del Sistema Nacional de Salud.
España cuenta en la actualidad con 20 equipos de radioterapia intraoperatoria y más de mil pacientes tratados en tres años, pero se espera que estas cifras vayan aumentando.