La revista Nature Medicine ha publicado un avance significativo en la medicina preventiva, marcando un hito en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Concretamente, los investigadores de la Universidad de Oxford han desarrollado un nuevo algoritmo, denominado QR4, que predice el riesgo cardiovascular a 10 años con una precisión "sin precedentes".
“Esto es crucial en un campo donde la detección temprana puede salvar vidas y podría afectar significativamente la forma en que abordamos la prevención a escala global”, ha señalado la Dra. Carol Coupland, investigadora principal de la Universidad de Oxford y profesora de Estadística Médica en Atención Primaria de la Universidad de Nottingham y coautora del estudio.
El estudio ha utilizado una muestra de datos sanitarios de 9,98 millones y 6,79 millones de adultos del Reino Unido, respectivamente. Además, ha incorporado siete nuevos factores de riesgo que afectan tanto a hombres como a mujeres, incluyendo varios tipos de cáncer y enfermedades crónicas. Por otro lado, se han identificado factores adicionales específicos para la salud de las mujeres, como la preeclampsia y la depresión posparto, que contribuyen significativamente al riesgo de enfermedades cardíacas.
"Aunque los factores de riesgo cardiovascular tradicionales son reconocidos, nuestra última investigación identifica indicadores de riesgo menos obvios, pero cruciales"
"Aunque los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como el tabaquismo y el colesterol alto, son bien reconocidos, nuestra última investigación identifica indicadores de riesgo menos obvios, pero cruciales", ha subrayado la profesora Julia Hippisley-Cox, autora principal, profesora de epidemiología clínica y práctica general, en el Departamento de Ciencias de la Salud de Atención Primaria de Nuffield de la Universidad de Oxford.
El impacto de este nuevo algoritmo tiene un potencial considerable, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, con 17,9 millones de muertes cada año. Las guías internacionales recomiendan el uso de herramientas de predicción de riesgo de enfermedades cardiovasculares para dirigir intervenciones a aquellos en alto riesgo y reducir la incidencia de estas enfermedades.
Según los resultados, la herramienta QR4 ha demostrado ser más precisa que los sistemas de puntuación de riesgo cardiovascular existentes, como QRISK3, SCORE2 y ASCVD, especialmente en la identificación de pacientes de alto riesgo que las herramientas actuales no logran detectar. "El modelo QR4 establece potencialmente un nuevo estándar en la evaluación del riesgo cardiovascular", ha manifestado la Dra. Coupland. “Nuestras comparaciones directas con modelos establecidos muestran que QR4 proporciona un perfil de riesgo más detallado para cada individuo, lo que permite estrategias de intervención más tempranas y precisas”.
"El modelo QR4 establece potencialmente un nuevo estándar en la evaluación del riesgo cardiovascular"
Sin embargo, en cuanto a la implementación del QR4 en la práctica clínica, se necesitará una evaluación más cuidadosa y una discusión con los pacientes con cáncer, teniendo en cuenta las preferencias de los pacientes, ya que en algunos casos estos podrían querer priorizar la calidad de vida a la longevidad.
Por otro lado, sería necesario realizar más investigaciones para caracterizar con mayor precisión la asociación entre los tratamientos contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares posteriores. Sin embargo, los datos longitudinales sobre tratamientos contra el cáncer apenas están disponibles para este tipo de investigación en Reino Unido. Además, estos datos aún no se relacionan en la práctica profesional de forma rutinaria con los datos de atención primaria para uso clínico. Esto dificulta su implementación para una predicción de riesgos más personalizada.
Este descubrimiento es un recordatorio de que la prevención es una de las estrategias más efectivas en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Con herramientas como QR4, los profesionales de la salud pueden tomar decisiones más informadas y proporcionar cuidados más proactivos, lo que podría traducirse en una disminución significativa en la prevalencia de estas enfermedades y, en última instancia, en una mejora en la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.