Un equipo de científicos ha diseñado un prototipo de protector solar que no solo protege la piel de la dañina radiación ultravioleta (UV), sino que también la refrigeración mediante enfriamiento radiativo, una técnica innovadora que refleja o irradia calor hacia el ambiente. Este avance, publicado en la revista Nano Letters de la American Chemical Society (ACS), podría revolucionar la industria de los protectores solares al ofrecer una solución más eficaz y cómoda frente al calor y el sol.
El nuevo protector solar logró mantener la piel humana hasta 6°C (11 °F) más fría que la piel sin protección y hasta 3°C (6 °F) más fría que los protectores solares tradicionales disponibles en el mercado. Este efecto refrescante se debe a la optimización de nanopartículas de dióxido de titanio (TiO₂), un ingrediente común en protectores solares minerales que, en esta fórmula, se ajusta específicamente para reflejar tanto la luz ultravioleta como el calor solar.
Las pruebas demostraron que la fórmula posee un FPS de 50, resistencia al agua y una eficacia continua durante 12 horas
El prototipo combina seis ingredientes clave: nanopartículas de TiO₂, agua, etanol, crema humectante, pigmentos y un polímero de silicona conocido como polidimetilsiloxano. Este último es ampliamente utilizado en productos cosméticos. Las nanopartículas de TiO₂ se ajustaron cuidadosamente en tamaño para maximizar su capacidad de enfriar y proteger contra los rayos UV.
Las pruebas demostraron que la fórmula posee un factor de protección solar (FPS) de aproximadamente 50, resistencia al agua y una eficacia continua durante 12 horas bajo exposición simulada a la luz solar con lámparas de xenón. Además, el producto no provocó irritación en pruebas realizadas tanto en piel animal como humana, lo que subraya su seguridad dermatológica.
El costo de la mezcla, calculado en 0,92 dólares (0,89 euros) por cada 10 gramos, es similar al de los protectores solares convencionales, lo que hace de este producto una opción accesible. Los investigadores destacan el potencial comercial del prototipo, especialmente en un contexto de aumento de temperaturas debido al cambio climático.
El estudio fue financiado por el Programa Nacional de Investigación Clave, la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China y el Fondo de Investigación Conjunta Tsinghua-Toyota, instituciones que apostaron por la innovación en tecnología sostenible. Este avance podría no solo mejorar la experiencia de protección solar, sino también marcar un hito en el desarrollo de productos cosméticos y tecnológicos que combaten los efectos del calor extremo de manera eficiente y accesible.