El plasma no térmico a presión atmosférica, alternativa para tratar lesiones del tendón de Aquiles

Un grupo de investigadores ha buscado reducir los tiempos de recuperación tras una lesión en el tendón de Aquiles, centrándose en el plasma no térmico a presión atmosférica

El plasma no térmico a presión atmosférica podría tratar lesiones en el tendón de Aquiles (Foto. Freepik)
El plasma no térmico a presión atmosférica podría tratar lesiones en el tendón de Aquiles (Foto. Freepik)
Carmen Bonilla
25 junio 2024 | 12:00 h
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Una de las lesiones que más afecta a los fanáticos del deporte de entre 30 y 40 años es la rotura del tendón de Aquiles. A pesar de que es el ligamento más grande del cuerpo humano, además del más resistente, puede llegar a romperse, obligando a los pacientes a tener que someterse, en muchas ocasiones, a cirugías. A su vez, estas cirugías están asociadas a periodos prolongados de descanso, inmovilización y tratamientos.

Con el objetivo de acortar los tiempos de recuperación, un equipo de investigación ha buscado soluciones centrándose en el plasma no térmico a presión atmosférica (NTAPP) como método de tratamiento. El trabajo, dirigido por Katsumasa Nakazawa, estudiante de posgrado en el Departamento de Cirugía Ortopédica de la Facultad de Medicina de la Universidad Metropolitana de Osaka, el profesor asociado Hiromitsu Toyoda, el profesor Hiroaki Nakamura, y el profesor Jun- Seok Oh, es el primero en demostrar que dicha irradiación con plasma puede acelerar la reparación del tendón.

El tendón de Aquiles es el encargado de conectar los músculos de la pantorrilla al hueso del talón, y es esencial para caminar, correr, saltar y cualquier otra actividad que implique el movimiento del pie hacia abajo. Este tendón permite la flexión plantar, el movimiento que apunta el pie hacia abajo y atrás.

“Habíamos descubierto previamente que la irradiación de plasma a presión atmosférica no térmica tiene el efecto de promover la regeneración ósea”

A pesar de que se trata de uno de los tendones más fuertes del cuerpo, su vulnerabilidad a las lesiones lo vuelve complicado en el campo de la medicina deportiva y la rehabilitación: si se estira en exceso, puede llegar a desgarrarse o romperse total o parcialmente en cualquier punto. Debido al aumento del interés por la buena forma física y la participación en actividades atléticas de los pacientes de mediana edad, las roturas de esta parte del cuerpo son cada vez más frecuentes.

En función de la edad del paciente, el nivel de actividad o la gravedad de la lesión, se determina el tratamiento más óptimo. No obstante, en muchas ocasiones se opta por realizar cirugías, que requieren de largos tiempos de reposo y afectan a la vida diaria de los pacientes. Por ello, los investigadores se plantearon tratar las lesiones con plasma no térmico a presión atmosférica.

El NTAPP se ha estudiado ampliamente para aplicaciones clínicas como, por ejemplo, desinfección, cicatrización de heridas, terapia contra el cáncer, hemostasia y regeneración ósea. Ahora, los investigadores analizaron su viabilidad para el tratamiento de lesiones en el tendón de Aquiles. Para llevar a cabo el trabajo, el equipo rompió y luego suturó el tendón de Aquiles de ratones de laboratorio, divididos en grupos.

En uno de ellos, el área suturada se irradió con plasma de helio. Este grupo exhibió una regeneración de tendones más rápida y una mayor fuerza a las dos, cuatro y seis semanas después de la cirugía, en comparación con el grupo no tratado. “Habíamos descubierto previamente que la irradiación de plasma a presión atmosférica no térmica tiene el efecto de promover la regeneración ósea”, explica el profesor Toyoda.

“En este estudio, descubrimos que la tecnología también promueve la regeneración y curación de los tendones, lo que demuestra que tiene aplicaciones en una amplia gama de campos”, continúa, y añade que “combinado con los tratamientos actuales de los tendones, se espera que contribuya a una regeneración más fiable de los tendones y a un tiempo de tratamiento más corto".

"Descubrimos que la tecnología también promueve la regeneración y curación de los tendones, lo que demuestra que tiene aplicaciones en una amplia gama de campos”

Sin embargo, en lo relativo a las posibles limitaciones del estudio, los propios autores indican que estas "incluyen el corto período de observación de hasta seis semanas; por lo tanto, se debe implementar un período de observación más largo en estudios futuros”. Además, el tamaño de la muestra fue pequeño, y las características anatómicas y regenerativas de los ratones pueden diferir de las de los humanos.

Aún así, se espera que la aplicación clínica del efecto restaurador de NTAPP en las lesiones del tendón de Aquiles acorte el periodo de reposo y permita un regreso más temprano a los deportes, según han concluido los autores. “También puede resultar eficaz para el tratamiento de otras lesiones tendinosas, y se espera que se explore más a fondo en este contexto en el futuro”.

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