Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Región Europea, el 78% de los estados miembros incluyen la telemedicina en sus políticas de salud. Sin embargo, el despliegue de este tipo de asistencia sanitaria es desigual, y uno de los principales retos es la carencia de guías que apoyen su implementación. En este contexto, la organización sanitaria lanza un recurso enfocado a sistemas sanitarios de todo el mundo, para asistirlos en la implementación de servicios de telemedicina.
La herramienta, denominada Support tool to strengthen telemedicine, ha sido desarrollada por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en el marco de su actividad como Centro Colaborador de la OMS en eHealth desde 2018 y hasta 2024. “Es ideal para países que buscan integrar la telemedicina en su estrategia de salud digital para asegurar un acceso equitativo a los servicios sanitarios. También es útil para las redes de atención, dado que ayuda a coordinar servicios entre diferentes niveles, mejorando la continuidad y la eficiencia", explica el investigador del grupo Epi4health, Francesc Saigí, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
"Es ideal para países que buscan integrar la telemedicina en su estrategia de salud digital para asegurar un acceso equitativo a los servicios sanitarios"
Así, la herramienta se materializa en una guía para asistir en el diseño, desarrollo, implementación y evaluación de los servicios de telemedicina a los sistemas sanitarios de todo el mundo. Gracias a ella se podrá definir las estrategias más adecuadas a su contexto para implementar servicios de telemedicina, identificar los cambios, los recursos y la infraestructura necesaria, y también monitorizar y evaluar los servicios una vez que se hayan implementado. Además, también es útil para implementar la telemedicina en centros individuales.
Support tool to strengthen telemedicine aborda cinco hábitos: la evaluación del ecosistema sanitario, para discernir si está preparado para la implementación de la telemedicina; el diseño de una estrategia integrada en el sistema de salud; la creación del cambio organizativo necesario para la nueva realidad digital; el proceso de desarrollo del servicio, y la monitorización, la evaluación y la optimización una vez que se haya implementado.
Además, puede ser utilizada y adaptada a una gran variedad de contextos, tanto en países europeos como en otras regiones del mundo. Pese a las grandes diferencias que hay entre sistemas sanitarios, proporciona un marco común adaptable a diferentes realidades sociales y económicas, así como una colaboración entre los diferentes actores del sistema de salud y la participación activa de los profesionales. Por otro lado, su diseño ‘user-friendly’ facilita la localización rápida de información y recursos. "Como está basada en la evidencia y en buenas prácticas globales, los usuarios pueden confiar en su efectividad", añade Saigí.
RETOS QUE AFRONTAR
Sin embargo, la herramienta plantea también algunos retos en su utilización, como la resistencia al cambio organizacional. En concreto, el investigador explica que "la adopción de nuevos procesos y tecnologías puede encontrar oposición entre los profesionales de la salud; de aquí la importancia de implicarlos desde el principio, desde la fase de diseño e implementación, tal como promueve la herramienta".
"Como está basada en la evidencia y en buenas prácticas globales, los usuarios pueden confiar en su efectividad"
A su vez, se deben superar otros obstáculos como la baja capacitación en telemedicina, la carencia de recursos financieros y la complejidad que puede suponer integrar servicios de telemedicina en sistemas de salud existentes. Por último, hay que considerar también las diferentes regulaciones y normativas éticas en función del contexto.
SU IMPLEMENTACIÓN ES YA UNA REALIDAD
La herramienta ya se está empezando a usar en algunos países, como por ejemplo Bosnia y Herzegovina, y Georgia lo hará próximamente. Estados como Armenia, Moldavia y Rumanía también están interesados, pero el hecho de que se quiera aplicar a escala nacional retarda su implementación. De cara al futuro, el equipo de Francesc Saigí en la UOC está actualmente desarrollando una segunda herramienta que daría continuidad a esta primera guía y que se enfocará en la evaluación de los resultados del servicio de telemedicina, tanto en términos clínicos como económicos.