Una molécula sintética distingue entre dengue y Zika: “Puede conducir al desarrollo de vacunas"

Un grupo de investigadores estadounidenses ha desarrollado una tecnología que, gracias a una molécula recientemente descubierta, permite distinguir entre infecciones previas por dengue y Zika

Un mosquito, principal transmisor del dengue. (FOTO: Freepik)
Un mosquito, principal transmisor del dengue. (FOTO: Freepik)
Manuel Gamarra
9 junio 2024 | 11:00 h
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El Zika, un virus transmitido por mosquitos y que causó una fuerte epidemia entre los años 2015 y 2016 en distintos países de América Latina, especialmente entre las mujeres embarazadas, corre el riesgo de ser confundido en muchas pruebas diagnósticas con los anticuerpos del virus del dengue. Esto genera un serio problema para su población, puesto que dificulta el conocer si una persona que da positivo en dichas pruebas ya había tenido anteriormente dengue, Zika o ambos… y el Zika, aun habiendo pasado su peor momento, todavía sigue causando enfermedades de manera esporádica si no se combate bien.

Por esto, investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh y del Instituto Herbert Wertheim UF Scripps de Innovación y Tecnología Biomédica, han identificado una molécula sintética específica del virus del Zika que sí que permite diferenciar las muestras de pacientes inmunes al Zika de las de pacientes previamente infectados por el virus del dengue. En un futuro, dicen los científicos, su tecnología podría conducir al desarrollo de mejores diagnósticos y vacunas contra las enfermedades epidemiológicas.

"Si vas a lugares como Brasil, casi todo el mundo va a tener cierta inmunidad al dengue, y también al Zika"

"Si vas a lugares como Brasil, casi todo el mundo va a tener cierta inmunidad al dengue, y también al Zika. Esto hace muy difícil probar nuevos tratamientos o determinar lo extendida que puede estar una enfermedad emergente en zonas endémicas de flavivirus, y que causan una gran carga de la enfermedad a nivel mundial", explica Priscila Castanha, profesora asistente en el Departamento de Enfermedades Infecciosas y Microbiología de Salud Pública de Pittsburgh y una de las autoras principales del estudio.

El flavivirus es una familia de virus transmitidos principalmente por mosquitos y garrapatas, y que incluyen, entre otros, el Zika y el dengue. Hasta ahora, como se comentaba al comienzo del artículo, los investigadores y los médicos no tenían herramientas de diagnóstico para diferenciar fácilmente las infecciones previas por estos virus; pero, gracias a la tecnología de cribado basada en “sustitutos epitópicos” desarrollada por el citado grupo de investigadores, y que parte del análisis de sangre de personas infectadas por el virus del Zika, esto podría comenzar a cambiar pronto.

"La tecnología es asombrosa: No es necesario conocer la secuencia, ni la estructura, ni siquiera el patógeno"

"La tecnología es asombrosa. No es necesario conocer la secuencia, ni la estructura, ni siquiera el patógeno", afirma el doctor Donald Burke, decano emérito de Salud Pública de Pittsburgh y coautor del estudio, en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. "Siempre y cuando se hayan elegido los conjuntos adecuados de muestras de sangre de pacientes para comparar, se pueden extraer los anticuerpos que difieren entre los conjuntos de pacientes junto con los biomarcadores de moléculas sintéticas correspondientes", añade.

UN TRABAJO PREVIO MUY INTENSO

Priscila Castanha y Donald Burke, así como el otro coautor del estudio, Ernesto T.A. Marques, profesor asociado del Departamento de Enfermedades Infecciosas y Microbiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, llevan estudiando el virus Zika desde la epidemia que asoló a América Latina en 2015. Antes, ya estudiaban el virus del dengue. "Por cada muestra que analizamos durante el brote de 2015, tuvimos que hacer 10 análisis de sangre diferentes para confirmar el Zika", recuerda Castanha.

“No necesita mantener la cadena del frío, lo que la hace especialmente útil para los brotes que se producen en zonas remotas o con pocos recursos”

"Estas pruebas son técnicamente difíciles y consumen mucho tiempo, lo que las hace poco prácticas para proporcionar orientación clínica. Creo que si hubiéramos tenido esta molécula entonces, habría sido fantástico", insiste. Además, sus estudios previos ya demostraron que, en el caso de los virus del Zika y del dengue, los resultados de los pacientes difieren mucho en función de la exposición previa, lo que plantea enormes retos para la prevención, el diagnóstico y, claro está, la atención.

Otra enorme ventaja de esta molécula específica del Zika es que no requiere de refrigeración, y que puede utilizarse también para otros brotes. “No necesita mantener la cadena del frío, lo que la hace especialmente útil para los brotes que se producen en zonas remotas o con pocos recursos”, apunta el Dr. Thomas Kodadek, químico del Instituto Wertheim UF Scripps y desarrollador del mencionado método de cribado PICCO ("oligómeros conformacionales inspirados en péptidos") utilizado por los investigadores para su tecnología.

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