El multimillonario Elon Musk, conocido por ser el fundador y dueño de Tesla y SpaceX, se sumergió en el sector sanitario con la creación en 2016 de Neuralink, la compañía especializada en neurotecnología que promete implantar la primera interfaz cerebro-computadora en la historia.
La idea surge tras observar que algunas neuroprótesis podían interpretar señales cerebrales y permitir que las personas discapacitadas controlasen sus brazos y piernas protésicos. Musk, en esta misma línea, propuso vincular esa tecnología con unos implantes que, en lugar de activar el movimiento, pudiesen interactuar a velocidad de banda ancha con otros tipos de software y dispositivos externos, consiguiendo así, “una fusión entre las personas y la inteligencia artificial”.
Los inicios del proyecto tecnológico del controvertido multimillonario no fueron los mejores. En 2021 difundió en las redes sociales de la compañía un vídeo de un mono que jugaba al clásico videojuego “Pong” utilizando la mente. El objetivo de la campaña era demostrar que el chip instalado en la región del cortex del cerebro del primate podía coordinar el movimiento a través de un total de 1.024 electrodos conectados a hilos flexibles.
Este llamativo experimento se suponía que contaba con toda la seguridad posible y desde Neuralink aseguraban que los animales no habían sufrido ningún daño. Meses después, el Comité de Médicos para la Medicina Responsable emitió un informe en el que acusaban a Neuralink de someter a los animales de sus pruebas a un sufrimiento extremo por el que 15 de los 23 monos murieron o tuvieron que ser sacrificados.
Otra de las investigaciones en la que se han visto envueltos en los últimos años, en este caso, por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, ha sido el transporte ilegal de patógenos peligrosos en chips extraídos de los monos. De nuevo, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable presentó un documento donde se puede concluir que Neuralink no tuvo el suficiente cuidado para transportar sus implantes cerebrales. Estas muestras biológicas contenían patógenos como estafilococos resistentes a los antibióticos y herpesvirus.
LUZ AL FINAL DEL TÚNEL
A pesar de los múltiples contratiempos y la pérdida de la confianza de la sociedad ante estos escándalos, a finales de mayo de 2023, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), dio luz verde al primer ensayo clínico en humanos. Desde la compañía calificaron esta noticia como “un primer paso importante que permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”.
We are excited to share that we have received the FDA’s approval to launch our first-in-human clinical study!
— Neuralink (@neuralink) May 25, 2023
This is the result of incredible work by the Neuralink team in close collaboration with the FDA and represents an important first step that will one day allow our…
La última actualización del proyecto pionero han sido las declaraciones de su fundador en el evento celebrado en París, VivaTech, donde Musk ha asegurado que “parece que el primer caso se llevará a cabo a finales de este año”, aunque no especificó en cuantos pacientes se implantará ni por cuánto tiempo.
Un rayo de luz que en cierta medida parece ser una utopía, ya que según aseguran los expertos, aún le tomará más de una década para obtener la autorización de uso comercial para estos implantes.
SYNCHRON Y PRECISION: POTENCIALES COMPETIDORES
El mercado de la neurotecnología está incorporando cada vez más empresas que deciden adentrarse en el desarrollo de implantes que detectan y responden a los pensamientos de los usuarios. Además de Neuralink, compañías como Synchron o Precision han dado un paso hacia delante, aunque ante los últimos acontecimientos es evidente que la carrera por la implementación de estos dispositivos es muy larga.
En el caso de Synchron, cuenta con el apoyo de dos de los empresarios con mayor éxito en la historia, Jeff Bezos y Bill Gates. En cuanto al dispositivo que proponen, se trata de una neuroprótesis motora enfocada en ayudar a pacientes con parálisis severa. Gracias al sistema con el que cuentan, permite controlar dispositivos externos pensando simplemente en mover sus extremidades, posibilitando actividades como enviar mensajes de texto, comprar 'online' y acceder a determinados serviciosdigitales.
Su funcionamiento es muy parecido al que propone Musk, una conexión al cerebro a través de los vasos sanguíneos accediendo con una técnica mínimamente invasiva. Con una duración de dos horas aproximadas, el implante ingresa por una de las arterias desde la parte inferior del cuello, y, desde ahí, maniobran para alojar el Stentrode en la cabeza, es decir, el dispositivo que envía señales al receptor que se encuentra en el pecho.
“Imaginamos un mundo donde las condiciones neurológicas devastadoras finalmente se puedan tratar, para conseguirlo, la tecnología interfaz cerebro-computadora debe salir del laboratorio y llegar a la clínica”
Por parte de Precision Neuroscience cuenta con la peculiaridad de que su CEO es un exejecutivo de Neuralink. Con tan solo dos años de historia, irrumpen en el mercado de la neurotecnología con una película flexible similar a una cinta adhesiva que tiene aproximadamente una quinta parte del grosor de un cabello humano y se coloca en un procedimiento que requiere de solo una hendidura de un milímetro para la inserción.
“Imaginamos un mundo donde las condiciones neurológicas devastadoras finalmente se puedan tratar, accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas, demencia. Para llegar a este mundo, la tecnología interfaz cerebro-computadora debe salir del laboratorio y llegar a la clínica”, indicó el director ejecutivo de Precision Neuroscience, Michael Mager.