La discapacidad, una condición que se considera previsiblemente permanente, que conlleva deficiencias, ya sean mentales, sensoriales, físicas, intelectuales o cualquier tipo de barreras que limiten o impidan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que en el mundo hay alrededor de 1.000 millones de personas sufriendo algún tipo de discapacidad en el mundo, lo que en datos porcentuales representaría a un 15% de la población. Debido al constante envejecimiento de la población, y según aseguran varias instituciones el numero continuará incrementando en los próximos años.
Si por otro lado especificamos en el tipo de discapacidad vemos que en lo referente a la tetraplejia no hay en definitiva una respuesta clara a esta pregunta, debido a la variación de la prevalencia de esta condición según la región del mundo. Sin embargo, se puede llegar a estima que en todo el mundo hay entre 250.000 y 500.000 personas tetrapléjicas.
En las dos últimas décadas los avances en neurocirugía han supuesto un cambio en el abordaje de situaciones desarrollando diferentes terapias para ayudar a los pacientes de todo el mundo a que recuperen la capacidad de mover sus articulaciones y de valerse por sí mismas. Un ejemplo fue el caso en el cual un hombre tetrapléjico de 28 años con parálisis desde los hombros hacia abajo ha podido caminar el primer sistema de cerebro-computadora inalámbrico semi-invasivo diseñado para activar las cuatro extremidades, es decir a través de sensores implantados cerca de su cerebro para enviar mensajes capaces de mover las cuatro extremidades paralizadas. Sin embargo este es solo uno de los casos, y que se convierta en viable y se comercialice en un corto periodo de tiempo se ha vuelto inviable por ello, la ciencia continua investigando constantemente para desarrollar otras opciones.
Sus vértebras C4 y C5 se dañaran de manera grave provocando que perdiera la sensibilidad y el movimiento
En Nueva York nos encontramos a Keith Thomas, un hombre de 45 años, de Massapequa que se vio gravemente afectado por un accidente de coche en el año 2020. Este fue motivo por el cual sus vértebras C4 y C5 se dañaran de manera grave provocando que perdiera la sensibilidad y el movimiento por completo en cualquier parte de su cuerpo ubicada debajo del pecho.
Tras un accidente y unas consecuencias de esas características el trauma y la desesperación de encontrarse aislado y solo en el hospital durante más de seis meses, el Sr. Thomas encontró una nueva esperanza al participar en el ensayo clínico del Prof. Bouton gracias al cual ha recuperado la esperanza después de que un equipo de investigación, a través del uso de implantes cerebrales, inteligencia artificial y tecnología de estimulación novedosa, hayan restaura el sentido del tacto y el movimiento del paciente de manera parcial.
Los responsables de este logro médico sin precedentes son un grupo de investigadores, ingenieros y cirujanos de medicina bioelectrónica de Institutos Feinstein de Investigación Médica de Northwell Health. El proceso es bastante complejo, ya que para ello se debe realizar una cirugía de cerebro abierto durante 15 horas para realizar un bypass neural doble que permita formar un puente electrónico que permita a su vez que la información fluya una vez más entre el cuerpo y el cerebro paralizados del hombre.
"Esta es la primera vez que el cerebro, el cuerpo y la médula espinal se vinculan electrónicamente en un humano paralizado para restaurar el movimiento y la sensación duraderos"
Chad Bouton, profesor del Instituto de Medicina Bioelectrónica: "Esta es la primera vez que el cerebro, el cuerpo y la médula espinal se vinculan electrónicamente en un humano paralizado para restaurar el movimiento y la sensación duraderos", explica.
Tras la operación y la posterior recuperación, el señor Keith Thomas pudo mover su brazo a voluntad, y además sentía cómo su hermana le cogía la mano. “Hubo un tiempo en el que no sabía si iba a vivir, o si quería, francamente. Y ahora, puedo sentir el toque de alguien sosteniendo mi mano. Es abrumador”, afirmo el paciente.
Sin embargo el estudio aún tiene limitaciones claras y preguntas por resolver sobre su capacidad su respuesta a largo plazo e incógnitas, pero los investigadores esperan que logre convertirse en un paso importante para cambiar las vidas de las personas con parálisis.
"Si esto puede ayudar a alguien incluso más de lo que me ha ayudado a mí en algún momento, vale la pena”
Pese a esto los resultados actuales son muy positivos. Aun sin conectar el ordenador se ha producido evolución en la recuperación y los investigadores afirman que la fuerza en su brazo es ahora de "más del doble" desde que se inició el estudio. El Sr. Thomas declaró que lo único que quiere hacer es ayudar a los demás. “Siempre ha sido en lo que soy mejor. Si esto puede ayudar a alguien incluso más de lo que me ha ayudado a mí en algún momento, vale la pena”.