Los marcapasos forman parte de la vida diaria de más de 38.893 personas en España, según datos del año 2022 publicados por la Asociación del Ritmo Cardiaco de la Sociedad Española de Cardiología (Registro Nacional de Marcapasos).
Estos dispositivos, encargados de enviar impulsos eléctricos para ayudar a que el corazón lata a un ritmo y una frecuencia normal en casos de arritmias, han sido paulatinamente modificados para mejorar su eficacia y reducir su invasión en el paciente, llegando a crear dispositivos sin cables, cada vez más demandados por los profesionales y que, en ocasiones, incluso superan al marcapasos convencional.
En el año 2022 aumentó en un 25% el uso de nuevas tecnologías como marcapasos sin cables, con cifras absolutas de 652 dispositivos implantados. Recientemente, el Hospital Clínico San Carlos ha realizado una sustitución de un marcapasos tradicional, que estaba infectado, por un marcapasos sin cables de última generación, en un paciente de 75 años de edad.
Estos dispositivos inalámbricos han demostrado tener menos complicaciones y mejorar la experiencia del paciente, además de ser más fácilmente extraíbles en caso de necesidad. Reducen considerablemente los problemas derivados de los cables en los marcapasos convencionales.
“Tiene varios beneficios potenciales frente a los anteriores como la posibilidad de ser extraído con herramientas de extracción diseñadas específicamente para este marcapasos"
Los cardiólogos, expertos en electrofisiología del Clínico San Carlos, optaron por sustituir el marcapasos tradicional por este ventricular y sin cables, que tal y como explica Nicasio Pérez Castellano,jefe de Sección de Arritmias del hospital madrileño, “tiene varios beneficios potenciales frente a los anteriores como la posibilidad de ser extraído con herramientas de extracción diseñadas específicamente para este marcapasos si recurriera la infección o de implantar un marcapasos en la aurícula capaz de comunicarse inalámbricamente con el actual y proporcionar una estimulación secuencial aurículoventricular si lo necesitara en el futuro”.
INFECCIÓN PRÁCTICAMENTE INEXISTENTE
Este marcapasos, insertado de manera directa en el corazón a través de la vía femoral, minimiza notablemente las complicaciones asociadas a los cables presentes en los marcapasos convencionales. Las ventajas que ofrecen estos dispositivos de última generación, como son un riesgo mínimo de infección y la ausencia de interacción con la válvula tricúspide, se destacan por una potencial extracción más sencilla y menos peligrosa gracias a herramientas específicas.
Además, presentan una mayor duración de la batería y la posibilidad de asociar un marcapasos auricular al ventricular en el futuro si el paciente lo requiere, según indican los cardiólogos del Clínico San Carlos y miembros del CIBER Cardiovascular de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares, Nicasio Pérez Castellano y Victoria Cañadas.
La elección de implantar estos marcapasos de segunda generación en el Hospital Clínico San Carlos refleja su compromiso con proporcionar a los profesionales acceso a la tecnología más avanzada. Esto se alinea con la atención modular, donde se busca adaptar la terapia a las necesidades específicas de cada paciente según su estado de salud y circunstancias.