En los quirófanos las impresoras 3D están teniendo cada vez más protagonismo debido a que permite realizar intervenciones anteriormente impensables o mejorar los resultados de la cirugía. Es por ello que desde hace unos años se estudia implementar esta tecnología en todo tipo de abordajes quirúrgicos.
Una de esas novedades ha sido utilizar la impresión 3D en la reconstrucción del volumen de la órbita de los ojos que han sufrido fracturas, traumatismos o algún accidente. Esta innovación, realizada por parte del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y del residente Raúl Antúnez-Conde, ha sido reconocida en el Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello (SECOM-CyC).
Como explica Antúnez-Conde en el estudio premiado Aplicaciones de un FabLab de impresión 3D hospitalaria en la reconstrucción orbitaria: estudio de casos y controles en el servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, la utilización de la impresión 3D en la recunstrucción orbitaria permite una mayor precisión, disminución del tiempo quirúgido y de las secuelas en los pacientes.
“La principal ventaja es que se consigue adaptar de forma más precisa esta malla de titanio, preformándola antes de la cirugía, consiguiendo así un volumen orbitario mucho más natural y ha supuesto la disminución de secuelas para los más de 20 pacientes tratados con esta técnica"
Cuando una orbita, aquella estructura en cuyas paredes se asienta el globo ocular y los múscolos que permite moverlos, recibe un traumatismo, agresión o se daña tras un accidente de tráfuco o deportivo suele cambiar su volumen natural, hundirse el ojo, o tener problemas en el párpado. La forma tradicional de tratarlo es restaurar el volumen orbitario con una malla de titanio modelada a ojo de forma intraoperatoria.
Con la implementación del uso de la impresión 3D en la cirugía de reconstrucción del volumen de la órbita de los ojos, el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Marañón permite crear usos de modelos estereolitográficos que reducen las secuelas en el paciente.
“La principal ventaja es que se consigue adaptar de forma más precisa esta malla de titanio, preformándola antes de la cirugía, consiguiendo así un volumen orbitario mucho más natural y ha supuesto la disminución de secuelas para los más de 20 pacientes tratados con esta técnica, así como la disminución del tiempo quirúrgico y anestésico, lo que implica, igualmente, la reducción de hasta un 40% de los costes de quirófano, según los resultados obtenidos en su estudio de casos y controles”, concluye Raúl Antúnez-Conde.