Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación de Sant Pau (IR Sant Pau) ha publicado en la revista Journal of Neuroinflammation un estudio que, por primera vez, analiza en profundidad el papel del sistema inmunitario periférico en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a nivel unicelular. Sus hallazgos sugieren que las células del sistema inmunitario, en particular dos subpoblaciones de células Natural Killer (NK), pueden desempeñar un papel crucial en el desarrollo y la progresión de esta enfermedad neurodegenerativa.
La ELA es una enfermedad que provoca la degeneración progresiva de las neuronas motoras, lo que lleva a una pérdida de la función muscular y, co el tiempo, afecta a funciones vitales como la respiración. En la actualidad, aún no existe un tratamiento curativo ni una terapia lo suficientemente eficaz para detener su progresión y la supervivencia media estimada tras el diagnóstico es de entre 3 y 5 años.
Para abordar este desafío, se reclutaron un total de 14 pacientes con ELA esporádica, es decir, sin mutaciones genéticas conocidas que expliquen la afección, alrededor del 90% de los casos de ELA, y se comparó su perfil inmunológico con el de 14 individuos sanos que sirvieron como grupo de control
Aunque ya se había demostrado el papel del sistema inmunitario en enfermedades como el alzhéimer, hasta ahora no se había realizado un estudio tan profundo que confirmara esta importancia en el caso de la ELA. “Se sospecha que podría haber un componente inmunológico implicado en la enfermedad, pero no se había demostrado en profundidad a nivel celular”, explica el doctor Oriol Dols, investigador del grupo de Neurobiología de las Demencias y de la Unidad de Memoria del IR Sant Pau, que ha coordinado del estudio.
Para abordar este desafío, se reclutaron un total de 14 pacientes con ELA esporádica, es decir, sin mutaciones genéticas conocidas que expliquen la afección, alrededor del 90% de los casos de ELA, y se comparó su perfil inmunológico con el de 14 individuos sanos que sirvieron como grupo de control. Utilizando la secuenciación de RN de una sola célula, una técnica que permite a los investigadores analizar la expresión genética en células individuales, los científicos pudieron estudiar más de 100.000 células inmunesde sangre periférica una por una, detectando alteraciones celulares y genéticas.
En el caso de las células NK son conocidas principalmente en la defensa contra infecciones virales o células tumorales. Sin embargo, este estudio mostró un aumento anormal en ciertas subpoblaciones de células NK en pacientes con ELA, que también presentaban un estado hiperactivado. “El hallazgo clave es que no solo aumentan las células NK en general, sino que hay dos subpoblaciones muy específicas con diferentes implicaciones”, apunta el Dr. Dols.
Una de estas subpoblaciones parece, según apuntan los investigadores, ejercer un efecto modulador sobre otras células inmunes, como los linfocitos T CD8 o CD4; la otra está estrechamente asociada a procesos neurodegenerativos, como lo demuestra una conexión con los niveles de neurofilamentos, un marcador de daño neuronal. “Esto sugiere que estas células NK podrían influir directamente en la lesión de las neuronas motoras”, añade el especialista.
"Saber que el sistema inmunitario periférico está complicado en la ELA abre nuevas líneas de investigación"
Además de las células NK, el estudio revela alteraciones en subpoblaciones de monocitos y linfocitos T CD8 con mayor capacidad de presentación de antígenos. En conjunto, esto indica un desequilibrio global del sistema inmunitario que puede contribuir a un entorno neuroinflamatorio y acelerar la muerte de las neuronas motoras.
“Saber que el sistema inmunitario periférico está complicado en la ELA abre nuevas líneas de investigación: desde la búsqueda de biomarcadores sanguíneos que faciliten un diagnóstico más precoz, hasta terapias prospectivas dirigidas a estas subpoblaciones específicas” afirma Esther Álvarez-Sánchez, investigadora del grupo de Neurobiología de las Demencias y de la Unidad de Memoria del IR Sant Pau, y primera autora del artículo.