Un nuevo estudio organizado por investigadores de los Institutos Feinstein y el Centro Médico Infantil Steven y Alexandra Cohen de Northwell Health, ha investigado la estimulación del nervio vago (ENV) como un nuevo tratamiento para la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son afecciones duraderas, pudiendo durar desde días hasta meses dependiendo de su gravedad. En ambas afecciones, consideradas como las principales enfermedades inflamatorias intestinales (EII), el tracto gastrointestinal se inflama, lo que provoca dolor abdominal, diarrea y fatiga. Entre las dos afectan a aproximadamente 3 millones de adultos en Estados Unidos, en el caso de España, un estudio del CIBEREHD reveló en el año 2021 que la incidencia la EIII en España es de 16 casos cada 100.000 habitantes por año.
El nervio vago es el más largo de los 12 nervios craneales. Se extiende desde el tronco cerebral hasta el abdomen. A pesar de que su nombre parezca indicar que no trabaja, en realidad es denominado como vago porque vagabundea y recorre los órganos más importantes del cuerpo como si se tratase de una autopista eléctrica que conecta el cerebro con los órganos. A través de su control del sistema nervioso parasimpático, el nervio vago regula funciones corporales involuntarias, como la digestión y la frecuencia cardíaca.
En el ensayo realizado participaron 22 voluntarios con EII de leve a moderada. Todos tenían entre 10 y 21 años y a todos se les hicieron pruebas para determinar los niveles de FC en sus heces, pues los investigadores creen que esta proteína es un indicador de inflamación intestinal.
El tipo de VNS utilizado en el ensayo se llama estimulación transcutánea del nervio vago auricular (ta-VNS). Esta técnica utiliza una unidad eléctrica con sondas sensoriales insertadas en el oído izquierdo, donde se puede acceder fácilmente al nervio vago. Cosnideran que la técnica es una alternativa eficaz y a su vez mucho menos invasiva a los implantes eléctricos colocados debajo de la piel.
"Cumplieron y superaron nuestras expectativas"
El estudio se llevó a cabo en dos fases. En la primera de ellas, la cohorte recibió VNS o estimulación simulada sin saber los participantes qué tratamiento habían recibido. Durante las primeras cuatro semanas, cada grupo recibió dos semanas de estimulación real. La mitad comenzó con dos semanas de estimulación simulada y la otra comenzó con VNS real antes de que ambos grupos cambiaran. Se encontró que sólo 12 de los 22 voluntarios iniciales tenían puntuaciones clínicas altas al inicio del estudio, mientras que sólo 17 tenían niveles altos de FC.
De los 12 pacientes que obtuvieron puntuaciones clínicas altas, 6 tenían enfermedad de Crohn y 6 colitis ulcerosa. Durante las primeras dos semanas, cuatro de estos pacientes que recibieron VNS respondieron al tratamiento con una reducción de los síntomas. Sin embargo, dos pacientes que recibieron el tratamiento simulado también respondieron. Hubo una respuesta mixta entre los pacientes que tenían puntuaciones clínicas bajas y la mayoría no respondió al tratamiento. Los niveles de FC también fueron analizados durante este período. Después de dos semanas, los niveles de este marcador inflamatorio disminuyeron en ambos grupos. Pero en el segundo período de dos semanas, los niveles de FC aumentaron en las personas que cambiaron del tratamiento a la estimulación simulada, mientras que los niveles de FC del otro grupo disminuyeron.
Durante las 12 semanas restantes del estudio, todos los voluntarios recibieron VNS real. Al final del ensayo, 5 de 12 de los voluntarios con enfermedad leve a moderada habían alcanzado la remisión clínica. Los síntomas de un paciente empeoraron durante el transcurso del ensayo. Sahn explicó que los resultados obtenidos "cumplieron y superaron nuestras expectativas". Además añadió que se necesitaría más investigación para desentrañar los detalles de los datos: los niños con colitis ulcerosa parecían tener una reducción de los síntomas ligeramente más rápida, pero las razones siguen sin estar claras ni demostradas.
También explicó que los pacientes que se benefician de un posible tratamiento VNS probablemente necesitarán una solución a largo plazo: "Normalmente vemos recaídas cuando se retiran los medicamentos, por lo que esperaríamos que la estimulación del nervio vago siguiera el mismo paradigma y fuera necesaria de forma continua para seguir siendo eficaz”. Sahn, para finalizar aseguró que los próximos pasos implicarían estudiar la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn por separado. “Actualmente tenemos un ensayo clínico abierto para niños y adultos de 10 a 39 años con colitis ulcerosa. Esperamos pronto tener un ensayo también con personas con la enfermedad de Crohn”, concluyó.