El cribado mediante tomografía computarizada a bajas dosis (TCBD) reduce la mortalidad en pacientes con alto riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. La evidencia científica lo apoya y existen documentos de Sociedades científicas europeas y americanas que lo recomiendan, según un documento de reflexión elaborado por expertos de distintas Sociedades científicas publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de Separ.
Dos de los estudios de referencia que apoyan esta recomendación son el National Lung Screening Trial (NSLT) que constató una reducción de la mortalidad del 20% frente a los diagnosticados con radiografía de tórax y una disminución de la mortalidad global del 6,7%, mientras que el International Early Lung Cancer Action (IECALP), tras medir la supervivencia prospectivamente, detectó un 85% de los tumores en estadio I y, en estos casos, registró una supervivencia a 10 años del 88%.
Las estrategias con más impacto para reducir la mortalidad por cáncer de pulmón son las destinadas a combatir el tabaquismo
De ahí que “con la evidencia disponible sobre la utilidad del cribado de esta patología tan prevalente como mortal, la inacción no está justificada”, destaca la doctora Inmaculada Alfageme, presidenta de Separ, entre las conclusiones de este documento.
Las estrategias con más impacto para reducir la mortalidad por cáncer de pulmón son las destinadas a combatir el tabaquismo. Se han investigado otras, como distintas técnicas radiológicas y marcadores biológicos, también podían lograrlo. Pero no se han obtenido resultados positivos hasta la aparición de estudios sobre la utilidad del cribado con TCBD.
La evidencia científica es favorable al uso de la TCBD como herramienta para el cribado del cáncer de pulmón. Por ello, los programas federales estadounidenses ya incluyen este cribado entre sus prestaciones y la European Society of Radiology y la European Respiratory Society han publicado un documento conjunto donde se recomienda esta estrategia. Asimismo, también se aconseja que el cribado se integre en un registro con experiencia y los estudios de coste-efectividad también son favorables a implementarlo.
En Estados Unidos han arrojado un incremento del coste/efectividad de 52.000 $ americanos o de 81.000 $ si se ajusta por calidad, considerados “resultados aceptables”, según los autores del artículo. En Europa, donde los costes del sistema sanitario son muy inferiores, esta relación coste efectividad sería “más favorable” que en Estados Unidos, destacan los autores del artículo.