Resulta habitual que los facultativos prescriban los opiáceos para el tratamiento de lesiones agudas que generan un gran dolor en los pacientes. No obstante, el uso de estas sustancias está asociado con el desarrollo de la tolerancia y la adicción debido, en parte, a la mala administración de las dosis por parte de los consumidores.
Con el objetivo de hacer un seguimiento exhaustivo, la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés Food and Drug Administration) ha aprobado el uso de la primera píldora digital administrada en combinación con un medicamento recetado. Estos comprimidos tecnológicos, que contienen encapsulados tanto un biosensor como el medicamento recetado, permiten rastrear los patrones de consumo de los opiáceos.
La liberación de la oxicodona desencadena la activación del emisor, que transmite información a un parche externo ubicado en el abdomen, y, posteriormente, a un lector que almacena los datos
Los impulsores de esta sofisticada tecnología han sido un equipo de investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston (Estados Unidos), quienes efectuaron un estudio piloto en 15 pacientes, todos ellos con lesiones agudas a los que se les recetaron estas píldoras digitales de oxicodona para el control del dolor según fuese necesario.
El sistema, bautizado como ID-Cap y diseñado por la compañíaeTectRx de Florida (Estados Unidos),consta de un emisor de radiofrecuencia y una cápsula de gelatina que contiene la sustancia opiácea. La liberación de la oxicodona desencadena la activación del emisor, que transmite información a un parche externo ubicado en el abdomen del paciente, y, posteriormente, a un lector que almacena datos de la ingesta de este compuesto.
En un futuro, la píldora digital de oxicodona podría ser utilizada por los médicos para monitorear e identificar el aumento en el uso de opiáceos, y poder intervenir en aquellos casos de sospecha de tolerancia o desarrollo de adicción.