Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés Massachusetts Institute of Technology) ha desarrollado un sensor ingerible equipado con bacterias modificadas genéticamente que es capaz de diagnosticar una serie de problemas en el aparato digestivo, como pueda ser la pérdida de sangre en el estómago.
La investigación, que ha sido publicada en la revista Science, explica que los científicos han creado un mecanismo que reacciona ante el hemo, un grupo prostético de la sangre, y a una molécula que se sitúa como un marcador de inflamación. En este contexto, los expertos del MIT revelan que el dispositivo ya ha mostrado su eficacia en modelos animales, concretamente en cerdos.
"El objetivo principal de este sensor es que se pueda evitar un procedimiento innecesario con tan solo la ingesta de una cápsula"
El profesor asociado de Ingeniería Eléctrica y Biológica del centro académico americano, Timothy Lu, señala que "al combinar sensores biológicos de ingeniería junto con electrónica inalámbrica de baja potencia, podemos detectar señales biológicas en el cuerpo y casi en tiempo real, lo que permite nuevas capacidades de diagnóstico para aplicaciones de salud humana".
Con el propósito de trasladar la tecnología a tratamientos para seres humanos, los especialistas están estudiando tanto la reducción de las dimensiones del sensor como el tiempo que son capaces de sobrevivir las bacterias en el aparato digestivo.
"El objetivo principal de este sensor es que se pueda evitar un procedimiento innecesario con tan solo la ingesta de una cápsula y, en un periodo relativamente corto de tiempo, conocer si hubo o no una lesión hemorrágica", concluye Mark Mimee, uno de los autores del estudio y graduado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts.