La osteoporosis es una afección que hace que la estructura de los huesos se debilite gradualmente, ya que estos se reabsorben más rápido de lo que se forman, y tienen por ello mayor probabilidad de fracturarse. Y, aunque la osteoporosis ya está bien reconocida, los tratamientos son largos y muchas veces no surten el efecto deseado. Por eso, un grupo de investigadores de Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) ha desarrollado ahora un hidrogel inyectable que persigue el aumento rápido y localizado de la densidad ósea.
Se trata así de una novedosa terapia que combina estas inyecciones de hidrogel con los fármacos sistemáticos tradicionales, y cuyos resultados aplicados en ratas muestran un aumento de la densidad ósea de entre cuatro y cinco veces en patas con pérdida de masa ósea. Dominique Pelotti, jefe del Laboratorio de Ortopedia Biomecánica de la Escuela de Ingeniería de la EPFL, es el autor principal del estudio, y asegura que, por vez primera, han demostrado que una terapia combinada de un fármaco administrado sistémicamente y la inyección local de su hidrogel produce un rápido aumento de la densidad ósea, y que, por tanto, “podría transformar la prevención de las fracturas por osteoporosis”.
En concreto, los resultados del estudio demostraron que, por sí solas, las inyecciones de hidrogel densificaban significativamente el hueso local entre dos y tres veces, independientemente del tratamiento sistémico. El efecto más potente, no obstante, se observó en las ratas que recibieron un tratamiento anabólico sistémico (hormona paratiroidea) combinado con el hidrogel mezclado con el fármaco anticatabólico Zoledronato, hasta el punto de que su densidad ósea aumentó casi cinco veces más en solo 2-4 semanas en el lugar donde fue puesta la inyección.

“Esperamos que el estudio nos permita demostrar el beneficio de nuestro hidrogel en casos en los que los pacientes requieran una rápida densificación ósea"
Y es que, si bien el diagnóstico de osteoporosis suele ir seguido de un tratamiento con fármacos sistémicos que actúan disminuyendo la tasa de resorción del hueso viejo (anticatabolismo) o potenciando la producción de hueso nuevo (anabolismo), ambos tipos de tratamiento pueden tardar hasta un año en surtir efecto, dejando a los pacientes expuestos a fracturas.
“Nuestros resultados sugieren que los hidrogeles inyectables con administración localizada de fármacos anticatabólicos pueden complementar el tratamiento anticatabólico sistémico o el tratamiento anabólico sistemático potenciador del hueso, aumentando rápidamente la densidad ósea local”, explica Pelotti. En la actualidad, insiste el experto, la mayoría de los tratamientos disponibles contra la osteoporosis son sistémicos, y los pocos que son locales adoptan la forma de pastas que se endurecen, “formando una especie de cemento”.
El hidrogel “fácilmente inyectable” de la EPFL, en cambio, está compuesto por ácido hialurónico y nanopartículas de hidroxiapatita, y está diseñado para imitar los minerales naturales del hueso. “Esperamos que el estudio nos permita demostrar el beneficio de nuestro hidrogel en casos en los que los pacientes requieran una rápida densificación ósea, por ejemplo para soportar un implante donde el hueso es débil. Después, queremos basarnos en estas pruebas para, en última instancia, desarrollar terapias que prevengan las fracturas debidas a la osteoporosis”, destaca el director de un equipo que también ha contado con la colaboración de Vincent Stadelmann, de la Schulthess Klinik de Zurich.
UNA LUCHA DIFÍCIL
Ante la ausencia de “medidas eficaces”, recuerda Pelotti, hoy día alrededor del 40% de las mujeres de 50 o más años sufrirán al menos una fractura osteoporótica importante, porcentaje que baja hasta el 20% en el caso de los hombres. Además, insiste, a menudo la gente no se da cuenta de la gravedad de la afección. “En las personas mayores, las fracturas del cuello del fémur, cerca de la cadera, tienen una tasa de mortalidad del 20% en el año siguiente a la fractura, y más de la mitad de los afectados nunca son capaces de volver a las actividades anteriores a la fractura”, expone el investigador, cuyo estudio ha sido publicado en la revista Bone.