Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) ha desarrollado un gel magnético cicatrizante que permite acelerar la curación de las heridas derivadas de la diabetes, reducir las tasas de aparición de las mismas y disminuir los casos de amputación de extremidades. Los pacientes diabéticos, cuya capacidad natural de cicatrización ya está comprometida de por sí, suelen desarrollar heridas crónicas de curación lenta, que pueden llegar a causar infecciones graves.
Se trata así de una problemática que puede llegar a afectar a las 500 millones de personas que padecen diabetes en todo el mundo, cifra que se prevé que aumente considerablemente y que convierten a las heridas crónicas derivadas de la diabetes, como las úlceras de pie, en un reto sanitario de orden mundial. En el caso de estas últimas, los casos son de entre 9 y 26 millones al año, y se estima que entre el 15% y el 25% de los pacientes diabéticos desarrollarán una úlcera de pie a lo largo de su vida.
"La cicatrización de heridas, especialmente en el campo de las úlceras del pie diabético, siempre ha sido un campo difícil. Los pacientes de pie diabético no cicatrizan tan bien como los pacientes normales y su proceso de cicatrización suele ser prolongado", afirma Francis Wong Keng Lin, consultor del Departamento de Cirugía Ortopédica del Hospital General Sengkang.
"Los pacientes de pie diabético no cicatrizan tan bien como los pacientes normales y su proceso de cicatrización suele ser prolongado"
"Los apósitos convencionales no desempeñan un papel activo en la cicatrización de las heridas", apunta por su parte Andy Tay, profesor adjunto y director del equipo de investigadores del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Diseño e Ingeniería de la Universidad Nacional de Singapur. “Se limitan a evitar que la herida empeore y obligan a programar el cambio de apósito de los pacientes cada dos o tres días. Es un coste enorme para nuestro sistema sanitario y un inconveniente para los pacientes", añade.
Su innovador gel cicatrizante, en cambio, acelera el proceso a través de varios frentes. “Nuestra tecnología aborda múltiples factores críticos asociados a las heridas diabéticas, gestionando simultáneamente los niveles elevados de glucosa en la zona de la herida, restaurando los vasos sanguíneos dañados, activando las células cutáneas inactivas cerca de la herida y reparando la red vascular alterada dentro de la herida”, explica Tay.
Este gel está cargado con dos tipos de células cutáneas aprobadas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos: queratinocitos -“esenciales para la reparación de la piel”- y fibroblastos -“para la formación del tejido conjuntivo”-, además de por diminutas partículas magnéticas. Todo ello, en combinación con un campo magnético generado por un dispositivo externo, produce que el gel estimule la actividad de los fibroblastos dérmicos
"Nuestra tecnología aborda múltiples factores críticos asociados a las heridas diabéticas"
El equipo investigador de la Universidad de Singapur, que trabajó en el proyecto de 2021 a 2023, logró demostrar en las pruebas de laboratorio que el gel cicatrizante produce una mayor actividad de los fibroblastos, lo cual se traduce en un aumento de la tasa de crecimiento de las células del 240%. Además, duplica su producción de colágeno, proteína muy importante para la cicatrización de heridas, y mejora la comunicación con los queratinocitos para favorecer la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Cada tratamiento consiste en la aplicación de un vendaje precargado con este hidrogel, acompañado, “para mejorar los resultados terapéuticos”, del citado dispositivo inalámbrico que activa las células cutáneas y acelera el proceso de cicatrización de la herida. En total, la duración ideal de la estimulación magnética es de una a dos horas, y puede ayudar también a otro tipo de pacientes más allá de los diabéticos: “Esta adaptabilidad de nuestra tecnología, así como su facilidad de uso general para los pacientes, significa que puede aplicarse para mejorar la cicatrización de heridas en diversas situaciones más allá de la diabetes, incluidas las quemaduras y úlceras crónicas no diabéticas”.
El gel ya ha sido patentado por los investigadores, y actualmente están realizando más pruebas para perfeccionarlo. También están colaborando con un socio clínico para probar su eficacia utilizando tejidos diabéticos humanos. "Los avances en las tecnologías de curación de heridas reducirán la duración del tratamiento de los pacientes y les permitirán reincorporarse lo antes posible, mejorando así su productividad y calidad de vida”, sentencia Francis Wong Keng Lin.