Los dispositivos protésicos son aparatos artificiales que se colocan en el cuerpo para sustituir un órgano o un miembro. En un futuro, el objetivo de la tecnología es involucrar al cerebro que para que sea capaz de reconocer estos dispositivos como miembros plenamente integrados en su organismo. No obstante, científicos del College de Londres han descubierto que el cerebro es capaz de identificar en imágenes prótesis utilizadas regularmente como miembros reales. El estudio se ha publicado en la revista Brain.
Para ello, los investigadores reclutaron a 32 pacientes que habían perdido una mano o habían nacido sin ella y a 24 personas que no empleaban prótesis como grupo de control. Mientras estaban dentro de un escáner de resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés), se les pidió a los voluntarios que observaran imágenes de manos, prótesis de mano e incluso manos cubiertas con un cabestrillo. El escáner MRI reveló la actividad del cerebro mientras se mostraban las imágenes. El equipo de investigación se centró en una pequeña parte del cerebro responsable de reconocer las manos.
Los científicos pretenden aplicar esta investigación a la realidad virtual, pues puede emplearse para que las personas puedan familiarizarse intuitivamente con sus prótesis como sus verdaderas manos
El ensayo muestra que las personas que usan prótesis regularmente reconocen las imágenes de los dispositivos protésicos esencialmente como manos reales. En la resonancia, el área del cerebro responsable de reconocer las manos, se iluminaba como si viera una mano real. Las personas que no usaban prótesis no exhibían esta respuesta, lo que significa que el cerebro debe aprender a pensar en una prótesis como una extensión de sí mismo.
Los científicos pretenden aplicar esta investigación a la realidad virtual, pues puede emplearse para que las personas puedan familiarizarse intuitivamente con sus prótesis como sus verdaderas manos. "Si podemos convencer al cerebro de una persona de que la extremidad artificial es la extremidad real de la persona, podríamos hacer las prótesis más cómodas y fáciles de usar" afirma la autora principal del artículo, la doctora Tamar Makin, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del College de Londres.