El cáncer de próstata es una enfermedad que se forma en esta pequeña glándula encargada de producir líquido seminal en los hombres. Se trata de uno de los tipos más comunes de cáncer, y algunos pueden llegar a ser agresivos y diseminarse con rapidez. Sin embargo, si el cáncer de próstata se detecta de forma temprana, cuando aún está limitado a la glándula prostática, hay más probabilidades de tener un tratamiento exitoso.
Para diagnosticar el cáncer de próstata, las biopsias son fundamentales. De hecho, cada año se realizan aproximadamente tres millones de procedimientos en todo el mundo. El procedimiento más empleado en lugares como Estados Unidos es el transrectal, que puede derivar en infecciones. En este sentido, algunos estudios indican que entre el 1% y el 3% de los pacientes desarrollan infecciones y entre el 1% y el 3% requieren hospitalización debido a complicaciones.
La técnica, conocida como biopsia de próstata transperineal, se basa en recolectar tejido de la próstata a través de una aguja insertada en el perineo, mientras se usa anestesia local para adormecer la región
Sin embargo, ahora un nuevo ensayo clínico multiinstitucional, dirigido por investigadores de Weill Cornell Medicine (Nueva York) y New York-Presbyterian, ha evaluado una técnica alternativa para la recolección de muestras de biopsia de próstata. Con ello, se ha demostrado que reduce el riesgo de infección en comparación con los métodos tradicionales de biopsia.
La técnica, conocida como biopsia de próstata transperineal, se basa en recolectar tejido de la próstata a través de una aguja insertada en el perineo, mientras se usa anestesia local para adormecer la región. El método evita la vía transrectal propensa a infecciones, donde la aguja de biopsia se inserta a través del recto.
El estudio no informó infecciones entre 382 hombres que se sometieron al procedimiento transperineal, en comparación con seis infecciones entre 370 hombres que recibieron la biopsia transrectal tradicional. La tasa de infección más baja es especialmente notable debido a que los hombres del grupo transrectal recibieron un tratamiento específico con antibióticos para mitigar el riesgo de infección. Sin embargo, los del grupo transperineal no recibieron antibióticos.
Para aquellos pacientes que se sometieron a la biopsia transrectal, los investigadores implementaron un enfoque personalizado para la profilaxis con antibióticos. En vez de recetar antibióticos de amplio espectro, adaptaron los antibióticos a los cultivos tomados del recto del paciente durante un examen de próstata antes de la biopsia. Los resultados del estudio mostraron que esta estrategia antibiótica dirigida redujo significativamente la tasa de infección para el grupo de biopsia transrectal tradicional en comparación con los promedios nacionales.
Sin embargo, el grupo transperineal logró un éxito aún mayor al eliminar por completo las infecciones. Esto demuestra una ventaja estadísticamente significativa sobre el enfoque transrectal. “La biopsia transperineal debería ser el nuevo estándar de atención para la biopsia de próstata”, afirmó el Dr. Jim Hu, profesor de Oncología Urológica Ronald P. Lynch en Weill Cornell Medicine y director del Centro LeFrak de Cirugía Robótica en NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center. “Resultó tan eficaz como la biopsia transrectal tradicional para detectar el cáncer, pero sin el riesgo de infección ni la necesidad de antibióticos”.
“Resultó tan eficaz como la biopsia transrectal tradicional para detectar el cáncer, pero sin el riesgo de infección ni la necesidad de antibióticos”
OTRAS PRUEBAS DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
Para diagnosticar el cáncer de próstata, también se suelen utilizar otras pruebas. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, es posible que se realice un examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se pueden obtener datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
Por otro lado, un médico o enfermero puede introducir un dedo cubierto por un guante lubricado en el recto para palpar la próstata a través de la pared del recto y detectar bultos o áreas anormales.