La muerte súbita es una de las patologías más difíciles de hacer frente a día de hoy. Se trata de la aparición repentina de una parada cardiaca en una persona que aparentemente sana. Según datos de la Fundación Española del Corazón, en nuestro país se producen alrededor de 30.000 casos anuales de muerte súbita, y se estima que las posibilidades de sobrevivir sin secuelas a una parada cardiaca extrahospitalaria oscilan del 5 al 11% según la literatura científica actual.
Durante los días 11 y 12 de noviembre en Filadelfia, se celebra el 'Simposio Científico de Reanimación 2023' de la Asociación Americana del Corazón. En este se tratarán los avances más recientes relacionados con el tratamiento de la parada cardiorrespiratoria y las lesiones traumáticas potencialmente mortales.
Hace unos años predecir la muerte súbita cardiaca podría parecer ciencia ficción. Sin embargo, actualmente con la llegada de la inteligencia artificial (IA), podría permitir avanzar en este contexto. Así lo ha afirmado Xavier Jouven, profesor de cardiología y epidemiología en el Centro de Investigación Cardiovascular de París, y principal autor del estudio que ofrece un nuevo avance hacia las estrategias de prevención y salud global, según una investigación preliminar.
"La muerte súbita cardiaca, una carga para la salud pública, representa entre el 10 y el 20% del total de fallecimientos"
"La muerte súbita cardiaca, una carga para la salud pública, representa entre el 10 y el 20% del total de fallecimientos. Predecirla es difícil, y los enfoques habituales no consiguen identificar a las personas de alto riesgo, sobre todo a nivel individual", afirma Jouven.
El equipo de investigación con el que trabaja Xavier, analizó información médica con IA de diferentes registros y bases de datos de París y Seattle, que disponían de información de 25.000 personas fallecidas por parada cardiaca súbita y 70.000 personas de la población general. Los datos representan más de un millón de diagnósticos hospitalarios y 10 millones de prescripciones de medicamentos, se recopilaron a partir de historiales médicos hasta diez años antes de cada fallecimiento.
El análisis realizado con inteligencia artificial permitió que los investigadores realizaran casi 25.000 ecuaciones con factores de salud personalizados que se utilizaron para identificar a aquellas personas que presentaban un riesgo muy elevado de muerte súbita cardiaca. A su vez, los expertos desarrollaron un perfil de riesgo personalizado para cada uno de los individuos del estudio. "Propusimos un nuevo enfoque que no se limita a los factores de riesgo cardiovascular habituales, sino que abarca toda la información médica disponible en las historias clínicas electrónicas", ha añadido el experto”, constata el profesor de cardiología y epidemiología.
"Propusimos un nuevo enfoque que no se limita a los factores de riesgo cardiovascular habituales, sino que abarca toda la información médica disponible"
Con las ecuaciones de riesgo personalizadas que llevaron a cabo los investigadores se incluían los datos médicos de la persona, lo que permitió identificar los factores con más probabilidades de disminuir o aumentar el riesgo de muerte súbita cardiaca en un porcentaje y un plazo determinados. Asimismo, el análisis con IA identifico que personas tenían más de un 90% de riesgo de morir súbitamente. El resultado mostró a su vez que representaban más de una cuarta parte de todos los casos de muerte súbita cardiaca.
El profesor de cardiología y epidemiología declara como tras casi 30 años trabajando en el campo de la predicción de la muerte súbita cardiaca, han logrado alcanzar un nivel de precisión tan exacto. “Esperamos que con una lista personalizada de factores de riesgo, los pacientes puedan colaborar con sus médicos para reducir esos factores de riesgo y, en última instancia, disminuir el potencial de muerte súbita cardiaca", concluye.