Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid ha realizado un estudio sobre cómo mejorar los estilos de vida que afectan a la salud cerebral, involucrando para ello la inteligencia artificial. Concretamente, se trata del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina de la UPM. Su estudio se basa en la creación de una plataforma tecnológica con IA para identificar los factores involucrados en el cumplimiento de hábitos beneficiosos
Desde la universidad se ha informado de que uno de los objetivos principales de este proyecto de investigación es “comprender los factores que influyen en que las personas sigan estilos de vida beneficiosos para su salud cerebral”. El segundo de los objetivos del estudio iría encaminado a “crear herramientas tecnológicas, basadas en modelos de inteligencia artificial, que mejoren la adherencia al tratamiento, es decir, el cumplimiento de las recomendaciones recibidas”.
El Grupo de Bioingeniería y Telemedicina (GBT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), es el que está liderando esta investigación, pero cuenta también con la colaboración con el Institut Guttmann de Barcelona. Todo ello ha sido posible gracias a los fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación, dentro de la convocatoria de Proyectos de Generación de Conocimiento 2022, como se ha destacado desde el centro.
Uno de los objetivos del proyecto es comprender los factores que influyen en que las personas sigan estilos de vida beneficiosos para su salud cerebral
“La salud cerebral tiene un impacto directo en el bienestar”, se explica en el estudio. De hecho, una buena salud cerebral podría llegar a retrasar la aparición de algunas enfermedades y “optimizar la capacidad del propio cerebro para promover la salud general en cada individuo”. Esto unido al paulatino envejecimiento de la población, es más importante que nunca, ya que el impacto en los estilos de vida saludables son mayores en estos casos, y las herramientastecnológicas que los promuevan se vuelven más necesarias.
Concretamente, se ha puesto a este proyecto el nombre de “ToBrainHealth”. Además, como se destaca desde la universidad, el proyecto tendrá una duración de tres años. El catedrático Enrique Gómez Aguilera, es el encargado de dirigir este estudio y, además, es responsable del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina. Por otro lado, la profesora Patricia Sánchez González, también dirige el proyecto. Ambos pertenecen a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT). El Institut Guttmann colabora en el proyecto a través de la “Barcelona BrainHealth Initiative (BBHI)”.
El estudio se ha realizado a través de cohortes prospectivo longitudinales. Concretamente, se inició en 2017. En este proyecto se ha contado con la colaboración de más de 6.000 voluntarios involucrados. Todos ellos tenían entre 40 y 70 años de edad y, como requisito, debían estar libres de “cualquier enfermedad neurológica o psiquiátrica”.
La salud cerebral tiene un impacto directo en el bienestar
El profesor Enrique Gómez ha explicado que el fin del proyecto es “personalizar las recomendaciones de cambio de estilo de vida, que se basarán en estrategias de gamificación y la experiencia de cada usuario”. Para ello, los investigadores deberán diseñar y validar modelos de fenotipado digital para recoger datos procedentes de teléfonos inteligentes u otros dispositivos portátiles “para capturar una expresión digital de los comportamientos humanos”.
Por su parte, la profesora Patricia Sánchez ha querido subrayar la necesidad de “generar nuevas hipótesis clínicas, identificar factores involucrados en la adherencia, predecir la adherencia a las intervenciones y obtener recomendaciones personalizadas para la preservación de la salud cerebral”. Por este motivo, “ToBrainHealth” también desarrollará modelos de inteligencia artificial explicable, “que engloba métodos y técnicas que permiten al ser humano comprender las decisiones y predicciones realizadas por la inteligencia artificial”.
Por parte de la “Barcelona BrainHealth Initiative (BBHI)”, según se ha informado, participarán en el proyecto un total de 120 voluntarios. Estos, “dispondrán de dispositivos de monitorización y una aplicación móvil que les proporcionará recomendacionespersonalizadas de hábitos de vida diseñadas por los investigadores en función de la información proporcionada a lo largo de su participación en el estudio del Institut Guttmann”, se ha concluido.