La inteligencia artificial (IA) ha permitido avanzar a pasos agigantados en la lucha contra multitud de enfermedades. Las nuevas tecnologías han encontrado una amplia gama de aplicaciones en el campo de la salud, aumentando su influencia día a día.
Uno de los casos más paradigmático lo encontramos en la oncología. Ahora, gracias al uso de la IA, un equipo de investigadores ha desarrollado una herramienta con la capacidad de estimar con precisión las posibilidades de supervivencia a largo plazo para pacientes recién diagnosticados con cáncer. Este innovador proyecto se dio a conocer en el Congreso Clínico 2023 del Colegio Americano de Cirujanos (ACS) con la promesa de cambiar el paradigma en que los profesionales sanitarios y pacientes abordan el tratamiento oncológico.
Hasta ahora, calcular la supervivencia de los pacientes con cáncer ha dependido de la etapa en la que se encuentra la propia enfermedad. Sin embargo, la doctora Lauren Janczewski, becaria clínica de los Programas Oncológicos de la ACS y residente de cirugía general en el Centro Médico McGaw de la Universidad Northwestern de Chicago (Estados Unidos), enfatiza que "hay una multitud de otros factores que pueden influir en la supervivencia de un paciente más allá de sus criterios de estadificación”.
Utilizando una forma de inteligencia artificial conocida como aprendizaje automático, el equipo multicéntrico de investigación ha creado un prototipo de herramienta denominado "Calculadora de Supervivencia del Cáncer" y lo ha sometido a pruebas con un conjunto de datos oncológicos a nivel nacional. “Buscamos desarrollar esta calculadora de supervivencia al cáncer para proporcionar una estimación más personalizada de lo que los pacientes pueden esperar con respecto a su pronóstico del cáncer" declara Janczewski.
“Buscamos desarrollar esta Calculadora de Supervivencia al Cáncer para proporcionar una estimación más personalizada de lo que los pacientes pueden esperar con respecto a su pronóstico del cáncer"
La prioridad en el estudio consistía en identificar las características del tumor, del paciente y del tratamiento que ejercieran una mayor influencia en la supervivencia de cada tipo de cáncer. Numerosos especialistas en cáncer colaboraron durante todo el proceso a seguir en la investigación, realizando la recopilación de los datos de pacientes diagnosticados entre 2015 y 2017 con cáncer de mama, tiroides y páncreas. Estos abarcan aproximadamente el 72% de los casos de cáncer recién diagnosticados en los Estados Unidos. El equipo de investigación incorporó datos de un total de 259.485 pacientes con cáncer de mama, 76,624 con cáncer de tiroides y 84,514 con cáncer de páncreas. Con estos, se descubrieron varias características específicas de los pacientes, de los tumores y de los tratamientos influyentes de forma significativa en la supervivencia.
De esta forma, en cada tipo de cáncer se identificaron cuatro factores principales que ejercen una influencia significativa en la supervivencia a cinco años después del diagnóstico, y estos factores varían según la localización del cáncer. La doctora Janczewski enfatiza que, aunque algunos de los factores predictivos, como el tamaño del tumor, forman parte de la estadificación convencional del cáncer, los resultados de su estudio demuestran que existen muchos más factores que influyen en la supervivencia de los pacientes con cáncer más allá de la etapa de la enfermedad.
Uno de los ejemplos, en el caso del cáncer de mama, estos factores incluyen si la paciente se sometió a cirugía oncológica, la edad de la paciente en el momento del diagnóstico, el tamaño del tumor y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Por otro lado, en el cáncer de tiroides, los factores críticos son la edad en el momento del diagnóstico, el tamaño del tumor, el tiempo transcurrido desde el diagnóstico hasta el tratamiento y la afectación de los ganglios linfáticos. Por otro lado, en el cáncer de páncreas, los factores más influyentes incluyen la cirugía del cáncer, la histología o análisis microscópico del cáncer, el tamaño del tumor y la edad en el momento del diagnóstico. En el caso del cáncer de mama, también se destacan el estado de los receptores hormonales y la presencia de Ki-67, un biomarcador específico de este tipo de cáncer.
Las pruebas de validación realizadas mostraron que la calculadora de supervivencia era "muy precisa" en los tres tipos de cáncer al estimar las tasas de supervivencia, proporcionando una estimación con una diferencia de solo entre nueve y diez meses en comparación con la supervivencia real. Esto representa un avance significativo en la capacidad de pronosticar el curso de la enfermedad y permitir una toma de decisiones más informada.
La "Calculadora de Supervivencia al Cáncer" incorpora biomarcadores tumorales específicos y variables de tratamiento que se sabe que afectan al pronóstico del paciente
La "Calculadora de Supervivencia al Cáncer" incorpora biomarcadores tumorales específicos y variables de tratamiento que se sabe que afectan al pronóstico del paciente, un enfoque que muchas calculadoras anteriores no tenían. Además, el conjunto de datos utilizado para desarrollar la calculadora, el NCDB, es más completo y utiliza modelos de datos avanzados como el aprendizaje automático, lo que acelera el procesamiento y mejora la precisión de las predicciones de riesgo en comparación con las calculadoras anteriores.
En los próximos pasos del proyecto, el equipo de la doctora Janczewski se centrará en finalizar una interfaz de usuario que permita a los profesionales de la salud utilizar la "Calculadora de Supervivencia al Cáncer" en la práctica clínica. También llevarán a cabo pruebas piloto de la calculadora en centros oncológicos seleccionados. Con el tiempo, esperan ampliar la calculadora para incluir todos los demás tipos de cáncer que se encuentran en la Base de Datos Nacional del Cáncer, lo que podría revolucionar aún más la forma en que se aborda el cáncer y se toman decisiones terapéuticas. La información que proporcionará esta herramienta tiene el potencial de mejorar significativamente la atención médica y la calidad de vida de los pacientes con cáncer.