Se estima que en torno a 50 millones de personas alrededor del mundo viven con alzhéimer o alguna forma de demencia. Estas enfermedades, acaban con la vida de más personas que el cáncer de mama y el de próstata, juntos.
Según la Asociación Alzheimer, esta enfermedad es un tipo de demencia que causa problemas de memoria y afecta al pensamiento y el comportamiento. Los síntomas se manifiestan poco a poco y empeoran conforme pasa el tiempo, hasta que llegan a ser tan graves que el paciente no puede seguir una vida normal. El alzhéimer, es la enfermedad responsable de entre un 60 y un 80% de los casos de demencia y se manifiesta, principalmente, con problemas para recordar información recién aprendida.
Dada la relevancia de esta patología, se ha llevado a cabo un nuevo estudio para mapear el cerebro utilizando imágenes de resonancia magnética a gran escala con el objetivo de identificar puntos de referencia cerebrales estables conocidos como “nódulos de anclaje” para detectar la enfermedad de Alzheimer de forma precoz.
Los biomarcadores que esperan identificar, “podrían darnos una idea” de cómo se desarrolla la enfermedad, con el objetivo último de retrasar la aparición de esta patología
Se trata de un proyecto colaborativo de cinco años y una inversión de 2,7 millones de dólares llamado “Mapeo de las trayectorias de la progresión de la enfermedad de Alzheimer a través de nodos de anclaje cerebrales personalizados”. Este proyecto será dirigido por Daijiang Zhu, profesor asistente de Ingeniería y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Texas en Arlington.
Los investigadores utilizarán imágenes de resonancia magnética a gran escala para mapear el cerebro, tanto al inicio como durante la enfermedad y en diferentes etapas clínicas. Este equipo se servirá de enfoques computacionales paran identificar los puntos conocidos como “nodos o nódulos de anclaje” y así establecer nuevos biomarcadores del alzhéimer basados en imágenes.
“Es un nuevo abordaje de la enfermedad”, ha afirmado Zhu, que añade que el desafío en el alzhéimer, no es diagnosticar la enfermedad, sino “detectarla lo antes posible, o incluso en la etapa asintomática”. En esta línea, los biomarcadores que esperan identificar, “podrían darnos una idea” de cómo se desarrolla la enfermedad, con el objetivo último de retrasar la aparición de esta patología y “mejorar la vida de muchas personas”.