Los diferentes tipos de demencia no tienen cura, tampoco una forma de revertir sus efectos. Algunos tales como la pérdida de memoria, de capacidad de aprendizaje, y, en los casos de fases más avanzadas, los problemas motores o de comunicación. Sin embargo, la tecnología aúna sus esfuerzos para revertir estas enfermedades. En concreto se ha descubierto que la luz infrarroja puede ayudar a aliviar el daño producido por una enfermedad neurodegenerativa.
Investigadores de la Universidad de Durham han desarrollado un casco con luz infrarroja capaz de mejorar la memoria, la función motora y las habilidades de procesamiento de personas sanas con función intelectual normal para su edad, lo que podría servir de tratamiento a las personas con demencia.
El casco, diseñado por el Dr. Dougal, funciona mediante la entrega de luz infrarroja de 14 matrices de luces LED enfriadas por un ventilador al cerebro, con una longitud de onda de entre 1.060 y 1.080 nanómetros, a 1.368 julios de energía al cráneo. El tratamiento se establece en ciclos de seis minutos dos veces al día.
Las mujeres mostraron una mejora del 20%, los hombres de un 19%, en solo ocho semanas de tratamiento
El infrarrojo, estimula las mitocondrias que generan la mayor parte de la energía química necesaria para impulsar las reacciones bioquímicas de las células. Esto, a su vez, conduce a un aumento en el nivel de un compuesto orgánico llamado trifosfato de adenosina (ATP), notablemente disminuido en pacientes con demencia, que proporciona la energía para impulsar los procesos en las células vivas y ayudar a las células nerviosas a repararse.
Realizaron una serie de pruebas de memoria, habilidades verbales y motoras en los participantes antes y después del período de tratamiento para ver qué mejoras en la función se podrían haber logrado. Encontraron una mejora significativa en el rendimiento de la función motora (golpeteo de dedos), el rendimiento de la memoria (procesamiento matemático, un tipo de memoria de trabajo), la memoria retrasada y la velocidad de procesamiento cerebral, en personas sanas que habían recibido PBM-T en comparación con las del grupo de control.
Publicado en las revistas Cureus and Aging and Disease también conocido como tratamiento transcraneal de infrarrojo cercano (tNIR), tuvo un efecto positivo rápido y profundo. Las mujeres mostraron una mejora del 20%, los hombres de un 19%, en solo ocho semanas de tratamiento. En comparación, del grupo de control, solo el 6,5% de las mujeres y del 5,9% los hombres tuvieron una mejora de pérdida de memoria, motora o aprendizaje.
“Hemos demostrado lo que parecen ser mejoras reales en la memoria y otros procesos neurológicos para las personas sanas cuando sus cerebros están expuestos a una longitud de onda específica de infrarrojos durante períodos de tiempo cortos y constantes”, explica el co-líder de la investigación, el Dr. Paul Chazot, del Departamento de Biociencias de la Universidad de Durham. Y añade: “Sabemos que la luz infrarroja de longitudes de onda particulares puede ayudar a aliviar el daño de las células nerviosas, la carga amiloide y la reducción del flujo sanguíneo en el cerebro, que son comunes en personas con demencia, por lo que podría usarse como una forma de terapia”.