Microrobots autoalimentados administran fármacos contra cáncer gastrointestinal

Una vez que los los microbots son ingeridos, se rastrean mediante una tomografía acústica computarizada que utiliza puntos de luz infrarrojos para detectarlos.

Microrobots autoalimentados administran fármacos contra cáncer gastrointestinal
Microrobots autoalimentados administran fármacos contra cáncer gastrointestinal
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12 octubre 2019 | 00:10 h

El cáncer gastrointestinal constituye la segunda causa de muerte a nivel mundial, además la mayoría de los pacientes sufrirán de falla sistémica en algún momento de la enfermedad. Es importante mencionar que las tasas de incidencia en México han disminuido, debido en gran parte, a la existencia de mejores diagnósticos y tratamientos; sin embargo, a pesar de los progresos el pronóstico de cáncer gastro intestinal permanece pobre.

Según un comunicado de Dispositivos Médicos, aunque en la mayoría de los casos de cáncer el tratamiento depende del nivel de estadío de la enfermedad, en el caso gastrointestinal dependerá también del lugar en donde se encuentra el tumor, si se puede extirpar mediante cirugía (invasiva) o si se ha diseminado por el organismo (metástasis). Quimioterapia, radioterapia, cirugía, son algunas de las opciones de tratamiento para esta enfermedad.

Una vez que los los microbots son ingeridos, se rastrean mediante una tomografía acústica computarizada que utiliza puntos de luz infrarrojos  para detectarlos

Por lo anterior, actualmente se desarrollan microbots autopropulsados que pueden administrar medicamentos en los lugares precisos donde se encuentra el tumor, estos dispositivos son controlados y monitoreados por el personal de salud y pueden ser utilizados también para realizar microcirugías.

Se trata de esferas pequeñas cubiertas de oro, medicamento y parileno, un polímero que no se descompone en el tracto intestinal. También están encapsulados dentro de cera de parafina para resistir la acidez del estómago. El revestimiento tiene un pequeño orificio en su interior que permite que los jugos digestivos reaccionen con el magnesio y generen burbujas que fluyan fuera del orificio. Cuando las burbujas salen, empujan el microrobot en la dirección opuesta.

Una vez que los los microbots son ingeridos, se rastrean mediante una tomografía acústica computarizada que utiliza puntos de luz infrarrojos  para detectarlos. Como la hemoglobina absorbe bien la luz infrarroja dentro de los glóbulos rojos, las moléculas de hemoglobina comienzan a vibrar intensamente y esta vibración se puede detectar con sensores de ultrasonido. 

LÁSER INFRARROJO

Los microbots se activan utilizando un láser infrarrojo para derretir la cera de parafina que los rodea, exponiéndolos a los jugos digestivos que inundan el orificio dentro de cada microrobot y desencadenan la reacción de burbujeo. Los microrobots son empujados en todo tipo de direcciones, ya que no hay un mecanismo de dirección. Debido a que hay muchos de ellos y se concentran alrededor del área de tratamiento, muchos de los microrobots se alojan en la superficie de la pared intestinal, liberando el medicamento dentro de su recubrimiento.

Ya con anterioridad, se habían desarrollado partículas que viajaban en el torrente sanguíneo, y se alojaban en las cercanías de un tumor, de tal manera que la detección mediante resonancia magnética se hacía relativamente fácil, el paso siguiente consistió en preguntarse si no se podía continuar interactuando con las partículas una vez instaladas.

Esta novedad puede llevar a mejores diagnósticos y formas de mayor eficacia en el tratamiento contra el cáncer gastrointestinal. 

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