Sanitas y el Instituto Jane Goodall, a través de su acuerdo de colaboración, han conseguido implicar a más de 4.000 jóvenes en actividades que promueven la salud ambiental y la sostenibilidad. De este modo, las dos entidades han alcanzado un hito significativo en su misión de sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de cuidar la salud del planeta y de las personas.
“La colaboración entre ambas organizaciones ha sido fundamental para promover y difundir el concepto de ‘One Health’, que reconoce una interconexión intrínseca entre la salud humana, la salud animal y la salud ambiental. Al unir esfuerzos, hemos logrado amplificar este mensaje subrayando que, para proteger y mejorar nuestra propia salud, debemos también cuidar el entorno natural y a todas las especies”, ha señalado Yolanda Erburu, Chief Sustainability & Corporate Affairs Officer at Sanitas and Bupa Europe & LatinAmerica.
“La colaboración entre ambas organizaciones ha sido fundamental para promover y difundir el concepto de ‘One Health’"
Más concretamente, durante el último año Sanitas se ha sumando a una nueva edición del programa “Raíces y Brotes”, del Instituto Goodall, participando activamente en la organización de un total de 100 talleres educativos en centros escolares a lo largo de toda España. Tanto en formato presencial como virtual, han llegado a 47 colegios e institutos, con impacto en un total de 4.480 personas, de las cuales 4.265 son estudiantes de 9 a 15 años.
Con el título "Planeta sano, gente sana", estos seminarios ponen el foco en la importancia de adoptar hábitos saludables y sostenibles desde una edad temprana. Así, los más pequeños han podido aprender sobre los principales desafíos ambientales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Además, han podido reflexionar sobre cómo sus acciones diarias influyen en la salud del planeta y en la suya propia gracias a las enseñanzas de los especialistas ambientales y los médicos de Sanitas.
“Involucrar a los niños en el cuidado del medio ambiente y la conexión con la naturaleza desde una edad temprana tiene beneficios significativos para su desarrollo emocional y social, entre otros. Fomentar el respeto y la empatía hacia la naturaleza no solo mejora sus habilidades sociales, sino que también refuerza su sentido de pertenencia y confianza en sí mismos al ver el impacto positivo de sus acciones. Además, el contacto con entornos naturales les provee de herramientas para la regulación emocional y contribuye a su bienestar psicológico”, explica Silvia Mérida Expósito, psicóloga de Blua de Sanitas.
En esta misma línea, se han realizado dos "Ecosafaris urbanos" en Madrid y Sevilla, con la participación de aproximadamente 80 personas. Estas actividades, abiertas a adultos y niños, se enmarcan dentro de la iniciativa Healthy Cities de Sanitas y permitieron a los asistentes aprender sobre la biodiversidad urbana, su importancia para nuestra salud y disfrutar de la naturaleza de manera respetuosa.
“Esta alianza representa un paso significativo en la promoción de la salud integral y la sostenibilidad, reflejando el compromiso de ambas organizaciones con el futuro del planeta"
Los "Ecosafaris" se han llevado a cabo en el Parque de María Luisa en Sevilla y en el Parque del Retiro en Madrid, bajo la dirección de educadores especializados del Instituto Jane Goodall. Los asistentes completaron los 6.000 pasos diarios que impulsa el reto Healthy Cities de Sanitas; y aprendieron sobre cómo los principales desafíos ambientales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación afectan a su propia ciudad, a su flora y su fauna. Celebrados en grandes parques urbanos de Madrid y Sevilla, han ofrecido a adultos y pequeños un espacio para la reflexión sobre cómo sus acciones diarias influyen en la salud del planeta y en la suya propia.
“Esta alianza representa un paso significativo en la promoción de la salud integral y la sostenibilidad, reflejando el compromiso de ambas organizaciones con el futuro del planeta y con la formación y concienciación de las nuevas generaciones. Si no enseñamos a los más pequeños a respetar su entorno, será imposible contribuir a un futuro más sano para todos”, ha concluido Erburu.