La creación de un sector sanitario más sostenible es un proceso complejo en el que las compañías que lo forman se han centrado durante los últimos años. El nuevo informe de la comunidad global farmacéuticas CPHI “Sustainability Report 2024: a Guide to Growing a Greener Industry” explica dos razones de peso por las que las empresas deben invertir en este ámbito.
La primera de ellas, y pensando en el planeta, ayudaría a la reducción de la huella ambiental de una industria con un alto consumo energético y, a su vez, puede servir para generar rendimientos financieros a largo plazo.
El informe señala que es evidente la conexión entre el planeta y las personas, pero para tomar esto en serio la industria debe repensar cómo están invirtiendo en estrategias más ecológicas y garantizando una cadena de suministro más resiliente. Un proceso en el que, según explican varios expertos en el informe, no se está cumpliendo con las expectativas y si no se toman cartas en el asunto, no se alcanzarán los plazos prometidos.
Ayudaría a la reducción de la huella ambiental de una industria con un alto consumo energético y, a su vez, puede servir para generar rendimientos financieros a largo plazo
En este sentido, uno de los participantes en el análisis de CPHI, Nic Hunt, director global de sostenibilidad de Nelipak, indica que ante un panorama en el que la atención sanitaria ya contribuye entre el 4% y el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales, “los requisitos corporativos, legislativos y de proveedores de atención médica para la descarbonización no se pueden lograr mediante innovación incremental; no hay tiempo suficiente, se requiere una inversión y una colaboración significativas para que se logren resultados Net Zero en el sector”.
El caso del sector sanitario es peculiar, ya que a pesar de ser fundamental para la salud, también contribuye significativamente al cambio climático. Esto se debe al alto consumo energético, la compleja cadena de suministro y la generación de residuos médicos, principales desafíos que se deben afrontar durante los próximos años para lograr el objetivo Net Zero.
Por ello, es necesario un aumento de la inversión que se dirigirá hacia la implementación de energías renovables; la mejora de la eficiencia energética en hospitales y clínicas; la promoción de la telemedicina; y la gestión sostenible de residuos. Además de fomentar la compra de productos sostenibles y centrarse en las emisiones de alcance 3, que según apuntan en el informe son las dañinas para el medioambiente en este momento debido a su naturaleza indirecta.
“Es evidente que queda mucho por hacer aquí, un aspecto que posiblemente debería haberse abordado como una prioridad hace algunos años. Actualmente, corremos el riesgo de no alcanzar los objetivos Net Zero, lo que en este momento es un riesgo muy real y algunos dirían incluso inevitable”, resaltan en el informe.
Además de lo mencionado, uno de los puntos en los que se focalizan los expertos en el informe es en el impacto que tiene la digitalización en la industria farmacéutica, una parte fundamental del sector sanitario. Entre las principales ventajas, permite optimizar los procesos de producción y distribución de medicamentos, lo que conlleva una reducción significativa en el consumo de energía y materiales. Por ejemplo, la implementación de sistemas de gestión de inventario en tiempo real evita la sobreproducción y la generación de excedentes, disminuyendo así la cantidad de residuos farmacéuticos.
"Actualmente, corremos el riesgo de no alcanzar los objetivos Net Zero, lo que en este momento es un riesgo muy real y algunos dirían incluso inevitable”
En esta misma línea, la digitalización está impulsando el desarrollo de nuevos modelos de negocio más sostenibles en el sector farmacéutico. Este es el caso del auge de la medicina personalizada que permite adaptar los tratamientos a las necesidades individuales de cada paciente, lo que reduce el uso de medicamentos innecesarios y minimiza los efectos secundarios.
En definitiva, el informe destaca que invertir en sostenibilidad en el sector sanitario es una decisión inteligente que beneficia a todos los actores involucrados: pacientes, profesionales de la salud, empresas y al propio planeta. Por ello, es fundamental que las instituciones de salud reconozcan el potencial de la sostenibilidad y se comprometan a implementar medidas concretas para reducir su impacto ambiental.