Durante este 2024 se prevé una evolución de las tecnologías digitales para la gestión de la cadena de suministro. En primer lugar, se espera que se incorporara de manera eficaz el análisis de Big Data en la industria farmacéutica. En los últimos años, esta tecnología ha revolucionado la fabricación farmacéutica. Esto se debe a que al haber un mejor entendimiento de la información, los productores pueden realizar un análisis de datos que les permite monitorizar y controlar la calidad del producto.
Según un reciente informe del CPHI, dado que todas las etapas en el proceso de fabricación farmacéutica generan grandes cantidades de datos, la capacidad de recopilar, clasificar, almacenar y analizar toda esta información diferenciará a los fabricantes líderes del resto. Además, con el uso del Big Data se optimizan los procesos de producción mediante la identificación de cuellos de botella, la reducción de residuos y mejoras de eficiencia.
La Inteligencia Artificial (IA) tendrá un papel clave para trasformar la cadena de suministro acelerando el flujo de información. En un entorno donde la transparencia es fundamental, la IA proporciona una visibilidad sin precedentes en toda la cadena de suministro. Mediante el análisis de datos en tiempo real, se pueden identificar y mitigar los riesgos relacionados con la calidad, la seguridad y la integridad de los productos farmacéuticos. Además, esta tecnología puede ayudar a garantizar el cumplimiento de las regulaciones y normativas, promoviendo así estándares más altos de responsabilidad social y ambiental.
La IA permite una toma de decisiones más rápida y eficiente, reduciendo los tiempos de espera y minimizando los riesgos asociados con la escasez
Desde la producción hasta la distribución y la entrega, la IA puede optimizar procesos, identificar patrones y predecir la demanda con mayor precisión. Esto permite una toma de decisiones más rápida y eficiente, reduciendo los tiempos de espera y minimizando los riesgos asociados con la escasez de productos o retrasos en la entrega. Ante estos avances, los organismos reguladores han reconocido que la fabricación orientada a datos para productos farmacéuticos es un método que permite reducir los costos y el tiempo de comercialización, mientras se garantiza la calidad y la eficiencia de los procesos.
Actualmente, el uso de esta tecnología junto con la digitalización puede ser clave en el desarrollo de envases farmacéuticos activo e inteligente, como etiquetas inteligentes y etiquetas RFID, que permiten realizar un seguimiento en tiempo real del uso de medicamentos, el control de la temperatura y las fechas de caducidad. Con esta tecnología se garantiza la seguridad de los medicamentos y mejora la adherencia del paciente.
Sin embargo, es necesario ser consciente de que una digitalización inadecuada de ciertas partes de la cadena de suministro puede provocar interrupciones internas al “obstaculizar el seguimiento y la gestión de materias primas y medicamentos terminados, lo que contribuye a las vulnerabilidades de la cadena de suministros. En casos extremos, esto conduce a una escasez de medicamentos.
Y es que la IA generativa y las tecnologías digitales avanzadas desempeñan un papel cada vez más importante a la hora de aliviar la escasez de medicamentos en la industria farmacéutica. Estas tecnologías pueden optimizar la cadena de suministro farmacéutico, pronosticando la demanda, identificando posibles cuellos de botella y mejorando la gestión de inventario, garantizando un acceso confiable a los fármacos esenciales para los pacientes. Además, estas tecnologías facilitan una comunicación y colaboración fluidas entre las partes interesadas en el ecosistema farmacéutico, asegurando una coordinación eficiente durante posibles escenarios de escasez.
El sector farmacéutico debe garantizar la protección de datos confidenciales
Además, el informe previamente citado, hace hincapié en que al utilizar sistemas online es necesario que el sector farmacéutico centre sus esfuerzos en la ciberseguridad. Esto ocurre con motivo del peligro que suponen los ciberataques para el correcto funcionamiento del mercado. Según el CPHI este debería ser el foco de atención de todas las empresas, especialmente en una industria con datos tan sensibles en una época donde no solo los delincuentes sino también los gobiernos realizan ciberdelitos para sus fines. Es por ello, que el sector farmacéutico debe garantizar la protección de datos confidenciales como registros de pacientes, resultados de investigaciones y valiosa propiedad intelectual.